Choque de género en los autos: por qué las mujeres siguen en desventaja en las pruebas de seguridad vial

Activistas, expertos y víctimas exigen la inclusión de maniquíes más realistas y con cuerpo femenino en las pruebas de choque en EE.UU., un país rezagado ante Europa y otros líderes en seguridad automotriz.

Una brecha mortal en las pruebas de seguridad vial

Imagine sobrevivir a un accidente de tráfico, solo para descubrir que podría haberse evitado o mitigado... si el maniquí del asiento de pruebas hubiera sido más parecido a usted. Así empieza la lucha de Maria Weston Kuhn, una joven estadounidense que sufrió lesiones internas severas tras un accidente en Irlanda en 2019 y descubrió, de forma dolorosa, el sesgo de género que predomina en las pruebas de seguridad de los vehículos en Estados Unidos.

La seguridad vehicular, aunque suena igual para todos, no lo es. Según un estudio conjunto de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) y diversas universidades, las mujeres tienen 73% más probabilidades de ser heridas en un choque frontal en comparación con los hombres. ¿La razón principal? Los maniquíes de prueba utilizados están diseñados para reproducir el cuerpo de un hombre promedio... de los años 70.

El maniquí masculino: estándar desde hace décadas

El Hybrid III, el maniquí más utilizado en pruebas de choque en EE. UU., fue desarrollado en 1978 y está basado en un hombre de 1.75 metros de altura y 77 kilos. Desde entonces, se ha convertido en la referencia para evaluar la seguridad de millones de vehículos. Sin embargo, no representa ni de cerca la diversidad corporal actual.

La versión "femenina" del mismo maniquí no es más que una versión más pequeña del modelo masculino. Aunque parezca útil para evaluar cómo una mujer saldría librada de un choque, en la práctica ignora diferencias anatómicas fundamentales. Las mujeres tienen una estructura pélvica, un cuello y una musculatura distintos que pueden afectar las consecuencias de un impacto. A pesar de eso, este maniquí se usa principalmente en el asiento del pasajero, no en el del conductor.

Activismo con nombre propio: Drive US Forward

Con solo 25 años, Maria fundó Drive US Forward, una organización sin fines de lucro que impulsa el uso de maniquíes apropiados para mujeres. Su objetivo es claro: sensibilizar al público, presionar al Congreso e implementar legislación que obligue a la NHTSA a adoptar tecnología más inclusiva.

Con esa intención ha surgido la propuesta de ley “She Drives Act”, encabezada por la senadora republicana Deb Fischer de Nebraska. "Parece que tenemos una solución muy sencilla aquí: diseñar maniquíes de prueba de choque que reflejen tanto al hombre promedio como a la mujer promedio", dijo Fischer.

Europa lleva la delantera

No todos están rezagados. Europa, China y Japón ya han incorporado maniquíes más modernos en sus pruebas, como el THOR 50M (para hombres) y el THOR 5F (para mujeres). Estos maniquíes son obra de Humanetics Group, una empresa estadounidense que lleva más de una década en la vanguardia de este desarrollo.

El THOR 5F refleja a una mujer del percentil 5°, es decir, más pequeña y ligera que el promedio masculino, lo que permite medir con mayor exactitud cómo afrontan las mujeres los accidentes. Equipado con docenas de sensores en el cuello, tórax, pelvis y extremidades, su precio ronda el millón de dólares, el doble que el maniquí masculino tradicional. No obstante, su precisión ha demostrado ser superior.

Resistencia desde la industria automotriz

¿Por qué no se ha adoptado ya esta tecnología en Estados Unidos? Diversas automotrices han expresado escepticismo. Según la Alliance for Automotive Innovation, es mejor modernizar el maniquí actual que imponer uno nuevo. Argumentan que el THOR podría "exagerar" los riesgos o perjudicar el rendimiento de airbags y cinturones de seguridad diseñados para otro perfil físico.

Además, la Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) —el brazo investigativo de las aseguradoras— ha puesto en duda la capacidad del THOR para predecir lesiones en el pecho. "Tener más sensores no necesariamente significa mejor seguridad. También tenemos que confiar en que los datos reflejan la realidad del cuerpo humano", opinó Jessica Jermakian, vicepresidenta de investigación en IIHS.

Un proceso lento… quizá peligrosamente lento

Pese al impulso público y la presión política, la NHTSA todavía no ha finalizado la aprobación del THOR masculino, y mucho menos del femenino. Un informe de la Government Accountability Office de 2023 criticó a la agencia por "haber perdido hitos" en el desarrollo de mejoras en los maniquíes. Mientras tanto, se estima que más de 40,000 vidas se pierden cada año en carreteras estadounidenses, muchas de ellas evitables con una protección más equitativa.

"Es frustrante", admite Kuhn. "Pero si tenemos ingenieros que diseñan autos autónomos... ¿cómo no vamos a poder crear seguridad equitativa para todos los cuerpos?"

Voces que se suman desde las calles

Bridget Walchesky, de 19 años, sobrevivió a un accidente en Wisconsin en 2022. Si bien atribuye al cinturón de seguridad haberle salvado la vida, también dice que su diseño no tuvo en cuenta su tipo de cuerpo. Su collarín se rompió por la fuerza del cinturón, que la sujetó demasiado. “Los cinturones no están hechos para el cuerpo femenino”, afirmó.

Este testimonio subraya una tendencia clara: las mujeres son más susceptibles a lesiones en ciertos puntos del cuerpo. El cuello más delgado, la menor masa muscular y la distribución de grasa corporal hacen que, ante el mismo choque, el resultado sea diferente. Y si el diseño del auto no tiene eso en cuenta, la diferencia puede ser abismal.

La ruta hacia adelante

La historia de Maria, apoyada por legisladores de ambos partidos, representa un momento clave en el debate sobre seguridad automotriz. Las herramientas científicas ya existen. El modelo THOR 5F ha sido validado con pruebas que incluyen análisis de cadáveres y comparación con lesiones reales. La tecnología está lista. La pregunta es: ¿cuándo se pondrá en marcha?

Mientras tanto, el movimiento continúa. Drive US Forward acoge más partidarios, las redes sociales amplifican los testimonios, y cada día hay más presión para un cambio urgente. La seguridad vial no puede ser solo una cuestión masculina. Lo más seguro sería, al fin, diseñar autos para todos los cuerpos que los usan.

Fuentes: NHTSA, Humanetics, Government Accountability Office, Drive US Forward, IIHS, entrevistas de AP.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press