Robotaxis de Tesla: la utopía autónoma de Elon Musk sigue en piloto automático

Entre promesas incumplidas, rivales avanzados y una prueba piloto en Austin, analizamos si finalmente llegarán los taxis sin conductor soñados por Musk

Elon Musk y su eterna promesa del "próximo año"

Desde 2019, Elon Musk ha prometido reiteradamente que los robotaxis de Tesla serían una realidad "el próximo año". Sin embargo, año tras año, los anuncios se han postergado con nuevas fechas, sin resultados concretos. En enero del 2023, Musk aseguró: "El próximo año, sin duda, tendremos más de un millón de robotaxis". Y ahora, con 2024 en marcha, finalmente parece que una primera prueba se llevará a cabo en Austin, Texas.

¿Será esta vez la vencida para el magnate sudafricano?

Un “Airbnb sobre ruedas”: el modelo de negocio prometido

Musk describió recientemente su visión con una metáfora atractiva: "En lugar de que tu coche esté 8 horas parado en el estacionamiento, podría estar ganando dinero". Su modelo —llamado en algunos círculos el Airbnb de los autos— busca convertir vehículos Tesla existentes en taxis autónomos que los dueños puedan alquilar mientras no los usan.

Este sistema, según Musk, se activará pronto mediante una actualización de software inalámbrica (over-the-air), permitiendo que millones de Teslas en circulación se transformen en parte de la flota robotaxi.

La competencia ya circula

Mientras Musk hablaba del futuro, empresas como Waymo (subsidiaria de Alphabet, matriz de Google) ya están en las calles. Waymo opera en ciudades como Los Ángeles, San Diego y Austin, y recientemente celebró su décimo millón de viaje autónomo pagado.

Además, Amazon ha entrado con fuerza en este mercado a través de Zoox, su división de robótica y movilidad, prometiendo producir 10,000 robotaxis al año. Los rivales no solo están ganando terreno tecnológico, sino también visibilidad y confianza del usuario.

Limitaciones tecnológicas: ¿es Full Self-Driving realmente autónomo?

Uno de los mayores cuestionamientos hacia Tesla ha sido su nombre para el sistema de conducción autónoma: Full Self-Driving (FSD). Pese al nombre, Tesla aún requiere que los conductores permanezcan atentos y listos para intervenir. De hecho, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) abrió una investigación sobre FSD tras varios accidentes, y el Departamento de Justicia ha iniciado su propia indagación.

Según analistas, el sistema aún dista mucho de poder considerarse autónomo en grado 4 o 5 (niveles donde la intervención humana no es necesaria).

Cámaras vs. LIDAR: el enfoque "minimalista" de Musk

Mientras Waymo y otras empresas utilizan un arsenal de sensores —cámaras, radares y LIDAR— para lograr una navegación segura, Tesla ha optado por una estrategia basada únicamente en cámaras. Este enfoque ha sido criticado por expertos como Andrew Ng, fundador de Coursera y referente en IA, quien indica que "sólo con visión por computadora no se alcanzarán niveles fiables de autonomía en todos los entornos".

Sin embargo, Musk defiende su postura con argumentos de costes y escalabilidad. Según él, esa simplicidad permitirá alcanzar un 99% del mercado, algo que muchos califican de optimismo exagerado.

Inversores vs. realidades

Históricamente, los inversores han tolerado las exageraciones de Musk porque han sido altamente rentables. Desde 2013 hasta 2023, las acciones de Tesla pasaron de $18 a más de $320, produciendo fortunas para los accionistas.

Pero la paciencia comienza a agotarse. Eventos recientes, como la caída de $150 mil millones en valor bursátil tras declaraciones polémicas de Musk, han provocado nerviosismo en Wall Street. Aun así, figuras como Dan Ives de Wedbush Securities siguen creyendo en Musk: “Puede fallar en fechas, pero crea productos antes considerados ciencia ficción”.

¿Cuán cerca estamos de ver robotaxis en masa?

El proyecto piloto en Austin iniciará con apenas 10 o 12 vehículos, operando en un radio limitado. Para observadores como Seth Goldstein de Morningstar, el camino hasta un despliegue masivo es lento. “Que cualquier persona en Austin baje la app y use un taxi autónomo será un éxito, pero eso no pasará antes de 2028”, estima.

Además, según Garrett Nelson, analista de CFRA, el ritmo de escalamiento es incierto: “Estamos hablando de una docena de autos, eso no impresiona”.

Entorno político y boicots: los otros obstáculos

Más allá de la tecnología, los factores políticos y sociales también amenazan el éxito del programa de robotaxis. Los comentarios de Musk y su cercanía a debates controversiales han generado boicots y rechazo.

Un caso destacado fue el enfrentamiento de Musk con la administración Biden sobre regulación de vehículos autónomos, que contribuyó a la caída bursátil mencionada anteriormente. Asimismo, su disputa pública con legisladores demócratas texanos ha motivado propuestas para frenar la expansión de robotaxis en Texas.

¿Qué tan creíble es la promesa actual?

La historia muestra que Musk, aunque visionario, ha hecho múltiples anuncios inflados. En 2018, declaró haber asegurado fondos para privatizar Tesla a un precio por acción mucho mayor, sin respaldo documental suficiente. La SEC terminó multándolo y obligándolo a dejar temporalmente la presidencia de la compañía.

Desde entonces, sus declaraciones deben ser tomadas con mesura. Los desafíos tecnológicos, regulatorios y competitivos son enormes. Sin embargo, también lo es la capacidad de Musk para ejecutar ideas arriesgadas. Recordemos que fue el primero en aterrizar un cohete y el primero en convertir un vehículo eléctrico en símbolo de estatus.

Waymo y Amazon: avanzan en silencio

Mientras el foco mediático se mantiene sobre cada palabra de Musk, sus rivales continúan trabajando. Waymo opera en más de 6 ciudades de EE. UU. y ha formado alianzas logísticas con empresas como UPS y DHL.

Amazon, por su parte, finalizó en 2023 su primera planta dedicada exclusivamente a vehículos autónomos con su marca Zoox. Sus metas incluyen poner en las calles 10,000 robotaxis en 2025, desafiando directamente la supremacía de Tesla.

El futuro del transporte urbano

Quizá la mejor lección que deja esta historia es la transformación del concepto de movilidad urbana. Ya no se discute si habrá vehículos autónomos, sino cuándo será su masificación y quién controlará este jugoso mercado.

Una investigación del Boston Consulting Group estima que para 2035, los robotaxis generarán $160 mil millones anuales. Esto no solo redefinirá el transporte, sino el empleo, la urbanización, las leyes y la infraestructura.

Y en medio de todo eso, Elon Musk seguirá siendo un personaje clave, no por cumplir sus fechas, sino por atreverse a soñar en grande.

“Puede que Musk no sea preciso con los tiempos, pero crea el mañana”, decía una célebre portada de The Economist sobre los líderes disruptivos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press