Oklahoma City Thunder: campeones, inmortales y al borde de una dinastía

Con una defensa histórica y un equipo joven, los Thunder se coronan campeones de la NBA y ya son favoritos para repetir la hazaña en 2026

Una noche inolvidable para Oklahoma City

El pasado domingo 22 de junio de 2025, el Chesapeake Energy Arena vivió uno de los momentos más memorables en la historia del deporte: los Oklahoma City Thunder se proclamaron campeones de la NBA tras derrotar 103-91 a los Indiana Pacers en el Juego 7 de las Finales. Con esta victoria, el equipo logró su segundo campeonato en la historia de la franquicia, el primero como Thunder, ya que su único título anterior fue en 1979 cuando eran los Seattle SuperSonics.

Este campeonato no sólo marca un hito deportivo, también es una declaración de poder para un equipo joven, ambicioso y muy bien dirigido. La ciudad de Oklahoma celebró en grande, y no es para menos: según palabras del alcalde David Holt, “hemos alcanzado la inmortalidad deportiva, y eso abrirá puertas en nuestra comunidad mucho más allá del baloncesto durante años y décadas por venir.”

La fórmula del éxito: defensa asfixiante, juventud y liderazgo

Lo que distingue a este campeonato es el enfoque defensivo implacable que exhibió el equipo durante los playoffs y particularmente en el Juego 7. Los Thunder, dirigidos por Mark Daigneault, lideraron la liga tanto en calificación defensiva durante la temporada regular como en postemporada. En la final, forzaron 21 pérdidas de balón y bloquearon 8 disparos, incluyendo cinco tapones de parte de Chet Holmgren, la cifra más alta en un Juego 7 de Finales desde que se comenzaron a registrar los bloqueos en la temporada 1973-74.

Daigneault resumió la filosofía del equipo: “Tienes que saber ganar en el barro, ganar feo, resistir. Y eso fue exactamente lo que hicimos.”

El Toronto nativo Shai Gilgeous-Alexander se alzó con el premio de Jugador Más Valioso de las Finales, coronando una temporada brillante. Entró al año con +900 en las apuestas para ganar ese premio, y terminó capturando la atención del mundo con su liderazgo, talento y frialdad en momentos decisivos. Durante el año, recibió el 41% de las apuestas para el MVP, la cifra más alta entre todos los jugadores.

El joven núcleo del equipo se ha consolidado completamente. Con una edad promedio de 25.68 años, se convirtieron en los campeones más jóvenes de la NBA desde los Portland Trail Blazers de 1976-77.

Reinando en las apuestas: favoritos para repetir

Su éxito no ha pasado desapercibido en el mundo de las apuestas. Tras comenzar la temporada con una cuota de +950 para ser campeones según BetMGM, estas subieron progresivamente hasta llegar a -175 antes de las finales de conferencia. Actualmente, ya son los favoritos para ganar el campeonato de 2026 con una cuota de +240. Les siguen los New York Knicks y Cleveland Cavaliers (+700), y los Houston Rockets (+800), que recientemente sorprendieron al adquirir a Kevin Durant vía traspaso.

La victoria de los Thunder no solo cubrió las expectativas de los apostadores, sino que les superó. Fueron favoritos por 9.5 puntos antes del Juego 7, cerrando finalmente en 6.5, y cumplieron holgadamente la línea. Según datos de BetMGM:

  • Los Thunder acapararon el 53% del dinero apostado y solo el 39% del total de apuestas para el spread.
  • Indiana atrajo el 81% del dinero en línea de dinero, con una cuota de +225, pero no cumplió.
  • El total de puntos cerró en 214.5 y se fue por debajo, algo común en Partidos 7 de Finales donde la tendencia histórica de “el under” es 41-26 desde 2005, incluyendo 5-0 en Finales.

El impacto de la juventud: ¿inicio de una dinastía?

El éxito de los Thunder no parece circunstancial. Vienen de una reconstrucción metódica, que ha involucrado una de las mejores gestiones de activos jóvenes y selecciones de draft en los últimos cinco años. Chet Holmgren, Jalen Williams, Josh Giddey, Lu Dort y Cason Wallace forman una base estable con potencial de élite.

Lu Dort fue pieza esencial, formando parte del Primer Equipo Defensivo de la NBA esta temporada. Junto a Alex Caruso y Wallace, sumaron 9 robos en la noche decisiva, convirtiéndose en una muralla perimetral. Caruso, campeón con los Lakers en 2020, aportó veteranía y fue uno de los fichajes silenciosos más valiosos de la temporada.

Dicho esto, la juventud no ha impedido que este equipo actúe con madurez estructural y emocional. En juegos cerrados, mostraron templanza, sacaron ventajas tácticas con ajustes efectivos y apelaron a su defensa para doblegar rivales más experimentados.

“No juego para las estadísticas. Todo eso pasará al olvido. Pero ganar juntos es para siempre. Es inmortal. Estoy orgulloso de que lo hicimos como equipo”, confesó Chet Holmgren al terminar el juego.

El trágico error de los Mavs: entre Doncic, lesiones y redención

Mientras Oklahoma florece, Dallas vive un vaivén emocional. En una de las decisiones más polémicas de la historia reciente de la NBA, los Mavericks traspasaron a Luka Doncic a los Lakers por Anthony Davis en febrero de 2025. La medida, encabezada por el director general Nico Harrison, fue fuertemente criticada tanto por fanáticos como por analistas.

La situación se vio agravada porque Davis se lesionó en su debut con Dallas y Kyrie Irving sufrió una lesión de rodilla que lo dejó fuera el resto del año. Dallas apenas llegó al play-in y fue eliminado por Memphis. Sin embargo, en un giro casi milagroso del destino, los Mavericks ganaron la lotería del draft con 1.8% de probabilidades y tienen derechos para seleccionar al prodigio Cooper Flagg, lo que ha renovado la esperanza de sus aficionados.

Rick Welts, CEO del equipo, calificó el momento como “la reversión más loca de la fortuna en la historia de la liga.” Aunque no quiere sugerir que el dolor por Doncic ha desaparecido, reconoce que Flagg ofrece una nueva razón para ilusionarse.

¿Un salto de calidad ofensiva en puerta?

Oklahoma conquistó el título con un enfoque defensivo, pero no se duerme en los laureles. El equipo ha sido vinculado con posibles adiciones ofensivas en la agencia libre. Su juventud, contratos rookie y espacio salarial les permiten construir una segunda oleada para aspirar a una dinastía real.

Shai Gilgeous-Alexander promedió 28.3 puntos, 6.4 asistencias y 2.1 robos por partido en playoffs. Con él como líder maduro, la inclusión de tiradores de élite o un ala versátil (como se rumora con OG Anunoby) podría consolidar al Thunder como contendiente al menos por los próximos cinco años.

Una ciudad que cree

Oklahoma City ha vivido años duros. Desde la salida de Kevin Durant en 2016, hasta la partida de Russell Westbrook y la larga travesía de reconstrucción. Pero ahora, todo ha valido la pena. Se han convertido en una franquicia modelo: gestión de activos, desarrollo de talento, identidad clara y éxito deportivo tangible. No es solo una victoria, es el nacimiento de una era.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press