El viaje solar del solsticio: cómo el mundo celebra la llegada del verano e invierno
De rituales precristianos en Europa a tradiciones ancestrales en América del Sur, el solsticio une a culturas diversas bajo un mismo cielo
Un fenómeno astronómico con raíces culturales profundas
El solsticio, tanto de verano como de invierno, ha sido celebrado por civilizaciones de todas partes del mundo durante miles de años. Aunque su explicación científica es sencilla —el momento en que el Sol alcanza su máxima inclinación respecto al ecuador terrestre— sus implicaciones culturales, espirituales y sociales son vastas. Desde Rumania hasta Bolivia, pasando por España, Lituania, Rusia y Estados Unidos, cada región imprime su sello único a esta celebración de renovación, fertilidad, fuego y luz.
El solsticio en el hemisferio norte: bienvenida al verano
Rumania y las hadas Sânziene
En Bucarest, Rumania, las danzas tradicionales de las Sânziene marcan una de las celebraciones más emblemáticas de Europa del Este durante el solsticio de verano. Estas hadas de la mitología rumana descienden a la Tierra para bendecir con fertilidad a la tierra y a los humanos. Vestidas con trajes tradicionales y coronas de flores o espigas de trigo, niñas y mujeres danzan en el Museo del Pueblo Dimitrie Gusti en una expresión vívida del folclore precristiano.
Lituania y la noche de San Juan
En Kernavė, Lituania, el Joninės o noche de San Juan, conmemora el día más largo del año mediante fogatas, canciones populares y bailes en trajes humildes pero cargados de significado histórico. Esta celebración se mezcla con las antiguas costumbres paganas y el cristianismo, algo común en Europa del Norte.
Fogatas en Rusia
En Okunevo, en Siberia, la tradición también se mantiene viva. Hombres y mujeres, vistiendo atuendos típicos de las aldeas rusas, bailan alrededor de enormes fogatas para honrar al Sol. Esta conmemoración tiene profundas raíces en los rituales eslavos, centrados en la fertilidad agrícola y la salud del ganado.
Estados Unidos y la escultura solar
En San Antonio, Texas, la artista Catherine Cisneros realizó una danza especial sobre la escultura solar “Passing Light” de Christopher Janey. Esta estructura está diseñada para alinearse perfectamente con los rayos solares del solsticio de verano, creando una experiencia visual y espiritual que conecta arte, astronomía y ritual.
España y la mágica noche de San Juan
En Barcelona, miles de personas se congregan cada año en las playas para recibir el amanecer del 24 de junio. La Noche de San Juan mezcla fuego, mar y deseo en una fórmula perfecta para atraer nueva energía. Aquí, las hogueras actúan como portales: quemar lo viejo para poder entrar renovados al verano.
El solsticio invernal y el hemisferio sur: luz en la oscuridad
Bolivia y el Año Nuevo Andino
En El Alto y Tiahuanaco, miles de indígenas aymaras celebran el Año Nuevo Andino 5533. Este evento emblemático marca el inicio del año con la bienvenida a los primeros rayos del sol, los cuales los asistentes reciben con las manos alzadas. En un momento cargado de simbolismo, el pueblo pide prosperidad y abundancia mientras el Tata Inti (padre Sol) se eleva sobre la piedra solar.
“Esta celebración no solo es espiritual; es una reafirmación de la identidad indígena y una resistencia cultural,” comentó un líder aymara durante la festividad.
Ecuador y el Inti Raymi
En Cotacachi, Ecuador, el Inti Raymi o ‘Fiesta del Sol’, es una tradición inca que ha sobrevivido mediante la resistencia cultural de los pueblos originarios andinos. Danzas, música, maíz fermentado y rituales dirigidos al Pachamama (madre tierra) y el Inti, evidencian una cosmovisión profunda y vigente que honra los ciclos naturales del planeta.
El fuego: un símbolo universal
Uno de los elementos que se repiten en casi todas las celebraciones del solsticio alrededor del mundo es el fuego. Representa la conexión con el Sol como fuente de energía vital. Ya sea en forma de hoguera, antorcha o simplemente como danza alrededor de la luz solar, el fuego en estas festividades trae consigo protección, purificación y transformación.
- En Rusia y Lituania, se encienden grandes fogatas y se realizan saltos sobre el fuego para alejar los malos espíritus.
- En España, quemar objetos personales representa dejar atrás épocas difíciles.
- En Bolivia, las fogatas simbolizan luz espiritual y limpieza energética.
Solsticio y patrimonio intangible de la humanidad
Muchas de estas tradiciones están inscritas o en proceso de ser reconocidas como parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Se busca preservar no solo el acto ritual en sí, sino también las lenguas, danzas, vestuarios, gastronomía y saberes ancestrales que están íntimamente ligados a estas celebraciones.
Una conexión ancestral y universal
Más allá de su diversidad, cada una de estas celebraciones del solsticio refleja una constante: el deseo humano de conectar con los astros, con la naturaleza y con lo sagrado. En un mundo híperconectado pero culturalmente fragmentado, estas tradiciones ofrecen una oportunidad para entender cómo las civilizaciones anteriores interpretaron su existencia a través de los ciclos cósmicos.
Desde el altar solar en Texas hasta los valles andinos, desde las playas catalanas hasta las aldeas bálticas, el sol sigue siendo un eje de unidad, veneración y fiesta.