La batalla por el futuro del transporte autónomo: Waymo y Uber toman Atlanta

Tesla, Amazon y Zoox también se suman a la carrera global del robotaxi mientras cambia la movilidad urbana

Atlanta, el nuevo campo de pruebas del robotaxi

El martes marca una nueva etapa en la carrera por el dominio del transporte autónomo: Waymo, la empresa de automóviles sin conductor propiedad de Alphabet (la matriz de Google), comienza a operar sus robotaxis en ciertas zonas de Atlanta, en colaboración con Uber. Esta expansión no solo refuerza la creciente presencia de Waymo fuera de sus bases tradicionales como San Francisco o Phoenix, sino que plantea una competencia directa con Tesla, que recientemente presentó su propio modelo de robotaxi supervisado en Austin.

La asociación entre Waymo y Uber ha demostrado ser una jugada estratégica: en apenas cuatro meses desde su implementación en Austin, ya circulan cerca de 100 vehículos completamente autónomos en la ciudad texana, todos disponibles a través de la app de Uber. Esta nueva incursión en Atlanta, que abarcará al inicio un área metropolitana de 65 millas cuadradas (alrededor de 168 km²), pretende replicar —e incluso superar— ese éxito.

El enfoque de Waymo vs. el retraso de Tesla

El contraste entre Tesla y Waymo no podría ser más marcado. Mientras Waymo despliega vehículos totalmente autónomos sin conductor humano en su interior, Tesla todavía requiere de un "pasajero de seguridad" para monitorear el trayecto. Esta diferencia es relevante no solo en términos de tecnología, sino también en confianza del consumidor e implicaciones legales.

El CEO de Tesla, Elon Musk, ha prometido desde 2019 que su compañía dominaría el mercado de vehículos autónomos. Sin embargo, incluso después de cinco años, Tesla apenas ha comenzado una prueba limitada en Austin. Mientras tanto, Waymo no solo mantiene su liderazgo, sino que lo amplía, y apunta a consolidarse como la plataforma más confiable del naciente sector del robotaxi.

Uber: de desarrollador fallido a socio estratégico

Uber alguna vez soñó con construir su propio sistema de conducción autónoma, pero esa ambición se desvaneció después de una batalla legal con Waymo por presunto robo de tecnología y un trágico accidente en Arizona que involucró a un vehículo autónomo de pruebas. En 2020, terminó vendiendo su división de vehículos autónomos.

No obstante, Uber encontró una segunda vida en este ámbito al convertirse en un agregador de servicios de robotaxis ajenos. Actualmente, cuenta con 18 asociaciones activas en todo el mundo, colaborando con empresas como Waymo para ofrecer viajes sin conductor a través de su plataforma. El objetivo: 1.5 millones de viajes sin conductor al año, ya sea con pasajeros o entregas de alimentos.

“Al integrar la tecnología de punta de Waymo en la plataforma de Uber, seguimos haciendo el transporte más conveniente, sostenible y confiable”, señaló Sarfraz Maredia, líder del programa autónomo de Uber.

Waymo, líder en números

Con bases sólidas en Phoenix, Los Ángeles y San Francisco, y su asociación con Uber, Waymo está realizando más de 250,000 viajes pagados cada semana. Esta cifra convierte a la empresa en la líder indiscutible en el sector, una hazaña sorprendente considerando que hace solo una década los vehículos autónomos eran mayormente prototipos de laboratorio.

Además, Waymo planea expandir gradualmente el área de cobertura en Atlanta, con la meta de incorporar más vecindarios al servicio en los próximos meses. Los pasajeros tendrán la opción de elegir entre un robotaxi sin conductor o un automóvil convencional manejado por un humano.

La competencia emerge: Tesla y Amazon no se quedan atrás

Aunque Waymo domina actualmente, varias gigantes tecnológicas preparan su entrada:

  • Tesla: espera escalar rápidamente su servicio supervisado y convertirlo en un sistema 100% autónomo. Elon Musk anunció una próxima gran presentación para agosto de 2024.
  • Amazon (Zoox): su filial de vehículos autónomos planea comenzar operaciones en Las Vegas este año y llegar a San Francisco en 2025. También ha expresado interés en Atlanta, aunque no hay fecha concreta.

La variedad de enfoques es amplia: mientras Waymo se centra en adaptar vehículos convencionales como el Jaguar I-Pace con una robusta tecnología de sensores y cámaras, Zoox ha diseñado un vehículo propio y simétrico, esencialmente una cápsula sin volante ni cabina frontal.

El impacto en la movilidad urbana

El robotaxi no es solo una herramienta para simplificar el transporte. Tiene el potencial de redefinir por completo la movilidad en las ciudades. Algunas implicaciones incluyen:

  • Reducción de congestionamiento: Un sistema bien coordinado puede mejorar el flujo vehicular al eliminar comportamientos humanos erráticos.
  • Acceso inclusivo: Personas mayores o con discapacidades encontrarían en estos servicios una mejor opción para moverse.
  • Disminución de accidentes: Se estima que el 94% de los accidentes están relacionados con errores humanos, según la NHTSA.

Sin embargo, también existen preocupaciones:

  • Privacidad de datos: Estos vehículos recopilan enormes cantidades de información.
  • Desplazamiento laboral: ¿Qué ocurrirá con los conductores de taxis y plataformas como Uber?
  • Regulación: Las ciudades deberán adaptar su legislación y planificación urbana para esta nueva realidad.

¿Quién ganará la carrera?

Está claro que el mercado del robotaxi ya no es una promesa lejana; es un negocio emergente con miles de vehículos circulando y usuarios reales confiando en ellos. En este momento, Waymo lleva la delantera, gracias a su experiencia, tecnología y operaciones ya establecidas.

Pero la historia aún está escribiéndose. Tesla y su red de vehículos conectados pueden escalar rápidamente si logran la autonomía prometida. Y Amazon, con sus vastos recursos y presencia logística, podría encontrar en Zoox una ventaja significativa para servicios complementarios como las entregas autónomas.

En el tablero del transporte urbano del futuro, Atlanta es solo una estación más. Lo que ahora es una batalla por el control de la tecnología pronto será una competencia global por la transformación de las ciudades enteras.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press