Cambio de era en los Rockies de Colorado: ¿Renovación o nepotismo disfrazado?

Walker Monfort, hijo del propietario del equipo, asume el mando en uno de los peores momentos deportivos de la franquicia

Un giro inesperado en medio del desastre

En una temporada donde los Rockies de Colorado no dan pie con bola y ostentan uno de los peores récords en la historia de las Grandes Ligas, la noticia no fue un despido técnico ni un fichaje bomba, sino el ascenso de Walker Monfort, primogénito del dueño del equipo, Dick Monfort, como Vicepresidente Ejecutivo y próximo presidente del club.

Con un balance de 18 victorias y 62 derrotas al llegar al ecuador de la temporada, Colorado atraviesa una campaña desastrosa. El momento elegido para el anuncio ha generado polémica y diversidad de opiniones entre fanáticos, especialistas y periodistas deportivos.

¿Quién es Walker Monfort?

Con 38 años, Walker no es un desconocido dentro de la organización. Su relación con los Rockies comenzó en 2006, desempeñando funciones en departamentos tan diversos como mantenimiento del campo y promociones en días de partido. Desde entonces, ha escalado poco a poco. En 2015 fue nombrado Vicepresidente de Alianzas Corporativas, y desde entonces ha estado involucrado en las estrategias comerciales y de marketing de la franquicia.

No obstante, muchos se preguntan si el ascenso de Walker se debe realmente a sus méritos o si estamos ante un típico caso de nepotismo en el deporte profesional.

El legado de Greg Feasel: una figura clave en los Rockies

Greg Feasel, quien dejará el cargo a final de temporada, ha sido una piedra angular del club. Llegó como vicepresidente de ventas y marketing en 1995 y terminó siendo Presidente del club en 2021. En sus tres décadas fue testigo de las épocas más dulces del equipo, incluida su única aparición en la Serie Mundial en 2007.

“Greg ha sido un pilar de esta organización desde sus primeros días”, declaró Dick Monfort. “Su liderazgo ha sido fundamental para muchas de nuestras victorias”.

No cabe duda de que Feasel representaba una figura de estabilidad, algo que se echa de menos en la actual crisis deportiva del equipo.

Una estructura en crisis: el rendimiento de los Rockies

Los Rockies están protagonizando una de las peores temporadas que se recuerdan. Con un porcentaje de victorias inferior al 30%, la franquicia apenas ha sido competitiva y sufre una debacle en todos los aspectos del juego.

  • Son últimos en efectividad del cuerpo de lanzadores (con un ERA acumulado superior a 6.00).
  • Ocupan los últimos lugares en promedio de bateo y on-base percentage como equipo.
  • La asistencia al Coors Field ha caído un 12% respecto al año anterior.

Con este panorama, la llegada de una nueva cabeza directiva genera dudas legítimas: ¿está capacitado Walker Monfort para revertir esta situación?

Un apellido que pesa

La familia Monfort ha sido señalada por muchos años como el principal obstáculo de la franquicia para alcanzar la competitividad sostenida. Dick Monfort ha sido blanco de críticas por:

  1. Procesos de reconstrucción prolongados sin rumbo claro.
  2. Escasas inversiones en agentes libres de renombre.
  3. Problemas en el desarrollo de talento en ligas menores.

En este contexto, la designación de su hijo como líder institucional parece ser una señal de continuismo más que de reforma.

¿Futuro brillante o círculo vicioso?

La directiva ha enfatizado que Walker ha trabajado en casi todos los departamentos operativos y que su experiencia interna es amplia. Según Dick Monfort:

“Walker ofrece una mentalidad fresca y una perspectiva moderna. Su experiencia será vital para el futuro del club”.

Pero esa supuesta “mentalidad nueva”, ¿se traducirá en cambios estructurales o será más de lo mismo dentro de la misma estructura familiar?

El caso de los equipos familiares en MLB

El béisbol de Grandes Ligas tiene una larga historia de equipos con gestión familiar, con resultados muy variados.

Ejemplos como los Steinbrenner en los Yankees (Hal y Hank tras George), o más recientemente Peter Seidler en los Padres, muestran que la clave no está solo en el apellido, sino en las decisiones estratégicas.

En el caso de los Rockies, sin embargo, la familia Monfort no ha mostrado, hasta ahora, inclinación alguna por delegar decisiones deportivas en expertos con una visión más técnica y moderna del negocio beisbolero.

El efecto en la afición

En redes sociales, la respuesta de los fanáticos fue rápida y en buena medida negativa. Entre los comentarios más recurrentes:

  • “Otro Monfort al poder. Estamos en el mismo barco... pero sin timón”.
  • “Nepotismo puro. La familia Monfort sigue tratando al equipo como su empresa privada en lugar de una franquicia profesional con millones de seguidores”.
  • “Ojalá ahora sí le den armas reales al nuevo presidente para construir un equipo competitivo. Hasta ahora todo ha sido mediocridad”.

La creciente frustración de los aficionados es palpable. La lealtad se enfrenta ahora a la lógica de exigir resultados.

¿Qué se espera de Walker Monfort?

Para limpiar su apellido dentro de la organización, Walker deberá:

  • Modernizar el área de estadísticas avanzadas y contratación de talento.
  • Invertir en infraestructura de ligas menores y scouting internacional.
  • Reconstruir la confianza del público con transparencia y objetivos claros.

También tendrá que construir una nueva cultura de trabajo, menos influida por vínculos personales y más centrada en la meritocracia y rendimiento.

Una historia por escribir

El tiempo dirá si Walker Monfort es el catalizador del cambio que tanto necesita la organización. Por ahora, su nombramiento genera más dudas que certezas, más críticas que esperanzas.

En una liga cada vez más competitiva e impulsada por la analítica, la profesionalización y la gestión estratégica, los Rockies parecen dar un paso... ¿hacia adelante o hacia el pasado?

Sea como sea, todos los ojos estarán puestos en Walker Monfort y su capacidad para enderezar el rumbo del equipo de Denver. Y aunque lleve un apellido familiarmente ligado al fracaso reciente, tiene en sus manos la posibilidad de redimirse… o perpetuar una era oscura en el béisbol de Colorado.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press