Estados Unidos arrasa a Irlanda y brilla con nuevas estrellas rumbo al Mundial Femenino

Con una goleada de 4-0 y múltiples debuts destacados, la selección femenina de EE. UU. demuestra su poderío mientras se prepara para la clasificación al Mundial

La selección femenina de fútbol de Estados Unidos continúa su camino de renovación y éxito tras vencer nuevamente a Irlanda con un contundente 4-0 en Cincinnati. La victoria, que sigue al mismo marcador logrado días antes en Colorado, refuerza el dominio del conjunto dirigido por Emma Hayes, quien sigue moldeando una nueva generación de figuras para el equipo nacional.

Un debut soñado: Izzy Rodríguez se estrena con gol

Una de las grandes historias de esta jornada fue el debut de Izzy Rodríguez, lateral izquierda que se estrenó con la camiseta nacional anotando un gol en el minuto 42 tras un rebote dentro del área. Rodríguez no solo cumplió un sueño personal, sino que dejó claro que puede ser una pieza importante en la nueva era de este combinado.

"Es uno de esos momentos que sueñas desde niña. Pisar esa cancha y marcar fue increíble", señaló Rodríguez tras el partido.

Goleadoras con futuro

Junto a Rodríguez, también brillaron Lynn Biyendolo, quien anotó su gol número 25 con la selección, Yazmeen Ryan, quien marcó su primer tanto internacional, y Alyssa Thompson, quien firmó su segundo gol consecutivo en dos partidos.

Biyendolo, quien fue la capitana en esta ocasión, abrió el marcador con una excelente definición tras un centro de Emma Sears en el minuto 11: "Me enorgullece llevar el brazalete en este momento de cambio. Ver cómo nuevas jugadoras se afianzan me emociona", comentó.

La estrategia de Emma Hayes: Revolución táctica y rejuvenecimiento profundo

El proceso de Emma Hayes al frente del equipo ha sido ambicioso: ya suman 24 jugadores debutando en 24 partidos. Esta estadística da cuenta de la apuesta por la rotación, el análisis profundo de talento joven y la intención de llegar con un plantel renovado y competitivo al proceso de clasificación rumbo al Mundial Femenino.

En este encuentro en particular, Hayes realizó 11 cambios respecto al once inicial del partido anterior, dando minutos a jugadoras como Sam Meza, del Seattle Reign, quien también debutó como titular.

Ausencias notables y gestión de cargas

El equipo norteamericano no contó con varias de sus figuras históricas y jugadoras clave, como Lindsey Heaps o Crystal Dunn, a quienes Hayes decidió dar descanso tras la exigente temporada europea. Una estrategia necesaria para evitar lesiones y llegar frescos a los próximos desafíos competitivos.

Por parte de Irlanda, también hubo ausencias destacadas, como Katie McCabe (Arsenal) y Denise O’Sullivan (North Carolina Courage), esta última ausente por lesión.

La emoción del regreso de Rose Lavelle, la niña de Cincinnati

Con el partido prácticamente definido, Hayes hizo un cambio que conmovió al TQL Stadium: envió al campo a Rose Lavelle en el minuto 87. Originaria de Cincinnati y una de las más queridas por la afición local, Lavelle entró en medio de una ovación del público que coreaba su nombre.

La mediocampista regresó a la acción después de una larga recuperación por una cirugía de tobillo. Ya había marcado en el encuentro anterior contra Irlanda, y su presencia fue la cereza del pastel en una noche memorable para el equipo.

Un sistema fluido y ofensivo

En el campo, el equipo norteamericano mostró un sistema fluido basado en la posesión, presión alta y amplitud ofensiva. Aunque Irlanda intentó algunas llegadas por banda, el dominio de las norteamericanas fue abrumador, registrando más del 64% de posesión y más de 15 disparos a puerta.

El tercer tanto del partido llegó tras una gran jugada por banda derecha: Olivia Moultrie desbordó con velocidad, sacó un preciso centro a Yazmeen Ryan, quien definió con elegancia. Más tarde, Alyssa Thompson, una de las promesas más ilusionantes de esta generación, ingresó y marcó el cuarto gol al minuto 86.

¿Cómo se comparan estas jóvenes figuras con leyendas pasadas?

Anteriormente, la selección femenina fue guiada por referentes como Megan Rapinoe, Abby Wambach y Alex Morgan. Pero esta nueva camada, a diferencia de generaciones pasadas, ofrece una mezcla de versatilidad técnica y educación táctica desde temprana edad. Thompson, por ejemplo, fue la jugadora más joven en debutar con la selección desde Mallory Pugh en 2016, y representa a una generación moldeada en la era del fútbol femenino profesionalizado desde la base.

Con la expansión de la NWSL y academias más sofisticadas, el talento emergente está mejor preparado para exigencias internacionales.

Próximo reto: Canadá

El calendario inmediato marca un importante encuentro contra Canadá el miércoles próximo en el Audi Field de Washington. Aunque los encuentros ante el conjunto canadiense siempre han sido aguerridos, este servirá como termómetro para saber cuánto puede rendir esta nueva escuadra frente a un rival de nivel.

Estados Unidos lidera históricamente esta rivalidad con 52 victorias, 4 derrotas y 7 empates, pero Canadá ha mejorado sustancialmente en los últimos años, incluso ganando la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Estados Unidos se perfila como líder del fútbol femenino global

Es evidente que, aunque Estados Unidos ha perdido algunas figuras históricas por edad o ciclo cumplido, ha encontrado una nueva guía bajo la mano de Hayes. Su récord de 24 debuts en 24 juegos podría parecer arriesgado, pero también responde al nuevo paradigma del deporte: renovarse o estancarse.

Además, el contexto futbolístico global también empuja a evolucionar: selecciones como España, Inglaterra y Alemania están invirtiendo cada vez más en sus selecciones femeninas, cerrando la brecha que durante años tuvo EE. UU.

Emma Hayes y su visión de largo plazo

Cuando Hayes tomó las riendas, dijo: "Nuestra meta no es solo volver a ganar la Copa del Mundo, es transformar la forma en que jugamos, asegurarnos de que cada jugadora entienda no solo su rol, sino el del equipo completo".

Y ese espíritu colaborativo y formativo es evidente: desde que asumió, hemos visto una mejora en el juego posicional, la presión coordinada y la circulación del balón. La victoria ante Irlanda no solo fue un buen resultado; fue un ejemplo claro del nuevo ADN futbolístico de la selección femenina estadounidense.

Mirando al futuro con optimismo

El optimismo es palpable entre los aficionados y expertos del fútbol femenino. Con 24 jugadoras debutando en el último año y muchas de ellas asentándose con goles y actuaciones sólidas, Hayes parece tener más que suficientes opciones para armar un equipo competitivo y fresco para afrontar los retos de clasificación mundialista.

Pero más allá de los nombres y las tácticas, está el mensaje que transmite este equipo: luchar, renovarse, disfrutar el juego y construir un legado renovado para una de las selecciones más exitosas de la historia del fútbol femenino.

Y, por ahora, todo apunta a que el futuro es brillante. Muy brillante.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press