¿Justicia o impunidad? El caso Jabari Peoples revive el debate sobre la violencia policial en EE.UU.
Un joven afroamericano de 18 años fue abatido por la policía en Alabama. Su familia exige transparencia y la publicación del video del incidente. ¿Qué se esconde detrás de este nuevo caso de fuerza letal?
Un nuevo nombre en una larga lista
El 23 de junio de 2024, Jabari Peoples, un joven afroamericano de 18 años recién graduado de la secundaria, fue abatido por la policía en Homewood, un suburbio acomodado cerca de Birmingham, Alabama. Los hechos ocurrieron en el estacionamiento de un complejo de fútbol, donde Jabari se encontraba dentro de un vehículo junto a una amiga.
Según la policía, el oficial que lo enfrentó percibió olor a marihuana y detectó un arma en la puerta del conductor. Alegan que, en el proceso de arrestar a Peoples por posesión de marihuana, se produjo un forcejeo en el que este habría intentado tomar el arma, lo que llevó al policía a dispararle. La versión oficial sostiene que Jabari representaba una “amenaza letal inmediata”.
No obstante, la familia del joven y varios testigos ofrecen una narrativa completamente distinta: Jabari habría sido desarmado y recibió un disparo por la espalda. Como expresó su hermano Bron Peoples durante la vigilia: “El mundo necesita saber la verdad. No podemos permitir que esto le pase a otro hermano o hijo más”.
¿Por qué la necesidad de ver el video?
El abogado de la familia, Leroy Maxwell Jr., ha sido muy claro: exigen la publicación inmediata de la grabación de la cámara corporal del oficial. “El video mostrará los hechos tal como ocurrieron, sin manipulaciones. La justicia comienza con la verdad”, afirmó.
La grabación está en manos de la Agencia Estatal de Aplicación de la Ley de Alabama (ALEA por sus siglas en inglés), que hasta ahora no ha proporcionado fecha para su publicación. La presión crece mientras decenas de medios, activistas y ciudadanos comunes exigen transparencia en un caso que evoca tragedias como las de George Floyd o Tamir Rice.
Una historia que se repite
El caso de Peoples no es un incidente aislado. Según datos del proyecto Mapping Police Violence, más de 1,200 personas murieron en EE.UU. a manos de la policía en 2023. De ese total, cerca del 26% eran afroamericanos, a pesar de representar solo el 13% de la población estadounidense.
Además, un análisis de ProPublica reveló que menos del 2% de dichos casos resultan en cargos criminales contra los oficiales. La impunidad, la falta de control en el uso de la fuerza y la discriminación racial sistémica configuran un patrón preocupante de violencia respaldada por estructuras institucionales.
¿Marihuana como justificación para matar?
Una de las mayores críticas en torno al caso es la desproporcionalidad de la respuesta policial. Como dijo Star Robb, activista comunitaria en Birmingham: “Incluso si olían marihuana, ¿desde cuándo fumar hierba es una sentencia de muerte?”
Cabe destacar que, aunque la marihuana continúa siendo ilegal en Alabama, 36 estados ya han legalizado su uso medicinal y/o recreativo. La criminalización selectiva de ciertas comunidades es evidente. En un informe de la ACLU de 2020 se determinó que las personas negras tenían 3.6 veces más probabilidades de ser arrestadas por posesión de marihuana que las personas blancas, aunque el uso es similar entre ambas poblaciones.
El legado interrumpido de un joven soñador
Jabari Peoples tenía sueños. Los escribía en un cuaderno con disciplina: ingresar a la universidad, ayudar a su familia, convertirse en emprendedor. Su vida terminaba justo cuando su historia estaba comenzando. Sus amigos y familiares describen a Jabari como un joven carismático, amable y enfocado.
Durante la emotiva vigilia, a la que asistieron cientos de personas, se liberaron palomas y globos blancos mientras se presentaba una gran imagen de Jabari con alas de ángel. Velas cuidadosamente colocadas deletreaban su nombre, un símbolo de memoria y un llamado a no dejar que su caso quede en el olvido.
El dilema de las cámaras corporales
Las cámaras corporales fueron introducidas como mecanismo de rendición de cuentas. Sin embargo, su uso ha sido objeto de controversias. Aunque en teoría los videos deberían contribuir a la justicia, no siempre están disponibles, se ocultan por largos períodos o se editan de forma cuestionable.
En el caso de Jabari, las autoridades insisten en que las imágenes son “claras”, pero no dan acceso a la familia ni al público. Esta falta de transparencia erosiona la confianza social y perpetúa el ciclo de abuso.
Reacción política y comunitaria
Funcionarios y líderes locales ya se han manifestado. El alcalde de Aliceville, ciudad natal de Jabari, envió una carta formal al alcalde de Homewood solicitando la revelación inmediata del material fílmico.
Mientras tanto, diversos grupos de derechos civiles, como la NAACP y Black Lives Matter, han comenzado a organizar protestas, tanto presenciales como a través de campañas en redes sociales, bajo hashtags como #JusticeForJabari y #ReleaseTheFootage.
Ser joven y negro en Estados Unidos
Este caso revive la dolorosa realidad de ser joven y negro en Estados Unidos. Como mencionó Bron Peoples, sus padres les enseñaron desde pequeños cómo actuar al encontrarse con la policía: manos visibles, lenguaje respetuoso, respuestas cortas. Aun así, eso no lo salvó.
Una realidad que revela lo que el escritor Ta-Nehisi Coates llamó “el cuerpo negro como propiedad del Estado”, en su libro “Entre el mundo y yo”. Jabari Peoples no solo representa a una víctima más, sino a una generación entera atrapada entre la desconfianza y el miedo.
¿Cómo evitar una nueva tragedia?
Evitar más casos como el de Jabari exige cambios profundos:
- Reforma policial integral: Capacitación en uso de fuerza proporcional, control civil de los departamentos y eliminación de tácticas de perfil racial.
- Leyes orientadas a la rendición de cuentas: Acceso público a grabaciones de cámaras corporales, sanciones efectivas y transparentes contra policías responsables.
- Despenalización de delitos menores: Arrestar a alguien por marihuana en 2024 es, en muchos contextos, anacrónico y discriminatorio.
- Educación y diálogo interseccional: Sensibilización comunitaria e inclusión de las voces negras en las soluciones.
En palabras de la activista Brittany Packnett Cunningham: “No necesitamos otra investigación. Ya tenemos las respuestas. Lo que necesitamos es la voluntad para actuar”.
Una esperanza entre la rabia
Hoy, Jabari Peoples es más que una estadística. Es una herida abierta, un reclamo vivo por justicia. Su historia nos recuerda que la verdadera seguridad no comienza con el gatillo fácil, sino con la dignidad y la igualdad de derechos.
Mientras su familia espera una respuesta institucional que parecen negarles, la sociedad civil alza la voz: “La verdad debe salir a la luz. Porque sin verdad, no hay justicia. Y sin justicia, no hay paz.”