Tragedia en El Portal: el presunto asesinato de una niña de 4 años a manos de su madre sacude a Estados Unidos
Neha Gupta, pediatra de Oklahoma, es acusada de fingir el ahogamiento de su hija durante unas vacaciones en Florida. El caso revela un drama familiar, heridas ocultas y un crimen envuelto en apariencias.
La historia que estremeció a dos estados
Un caso que parece sacado de una novela negra ha conmocionado a Estados Unidos. La doctora Neha Gupta, una reconocida pediatra del estado de Oklahoma, enfrenta una acusación de asesinato en primer grado tras ser señalada por las autoridades de haber montado la escena de un supuesto ahogamiento para ocultar la muerte de su hija de 4 años, Aria Gupta.
El hecho ocurrió en El Portal, una pequeña localidad al norte de Miami, Florida, durante un viaje vacacional en junio de 2025. Lo que parecía una tragedia accidental pronto se convertiría en un misterio policial de alto perfil y un debate sobre la salud mental, el sistema familiar, y hasta el rol de los profesionales médicos ante la presión personal.
Una madrugada fatal: ¿accidente o asesinato?
Según las declaraciones iniciales de Neha Gupta, madre de la víctima y única persona que estaba con Aria en la casa alquilada por Airbnb, despertó a las 3:20 a.m. al escuchar un ruido. Notó que la puerta corrediza de la habitación estaba abierta, y al salir, encontró a su hija bajo el agua, en la parte profunda de la piscina.
“Intenté salvarla, pero no sé nadar”, dijo Gupta a los investigadores. Los bomberos llegaron minutos después, aplicaron reanimación cardiopulmonar (RCP), pero Aria fue declarada muerta en el hospital poco antes del amanecer.
La autopsia que cambió todo
El relato de Gupta podría haber convencido a muchos, de no ser por el informe de la autopsia practicada por la doctora Tuyet Tran, del Instituto Médico Forense de Miami-Dade. La forense detectó algo inconsistente con una muerte por ahogamiento: no había agua en los pulmones ni en el estómago de la menor.
En cambio, según consta en el expediente judicial, se hallaron moretones en las mejillas de la niña, compatibles con un posible caso de asfixia por sofocación. “Sus hallazgos preliminares sugieren una muerte antes de que el cuerpo fuera colocado en la piscina”, detalló el detective a cargo del caso en su declaración jurada.
Custodia compartida, tensiones y una huida
El caso se complica aún más. El padre de la niña, exesposo de Neha Gupta, reveló a las autoridades que mantenían una “disputa de custodia activa” por la menor y que él desconocía que su exesposa se había llevado a Aria a Florida. Esta información encendió las alarmas.
Una revisión de las cámaras de seguridad y los registros de la propiedad alquilada confirmaron que sólo Neha y Aria estaban presentes. Tras el incidente, Gupta huyó de Florida y regresó a Oklahoma City, donde vive y trabajaba. Fue arrestada días después y trasladada al Centro de Detención del Condado de Oklahoma, sin derecho a fianza.
Florida solicitó formalmente su extradición para juzgarla por homicidio en primer grado. Actualmente se encuentra detenida bajo investigación.
Una doctora con carrera prominente
Neha Gupta, de 36 años, había construido una carrera profesional brillante. Se desempeñaba como pediatra en el Oklahoma Children's Hospital, vinculado a la Universidad de Oklahoma, donde además ejercía como profesora adjunta en el Centro de Ciencias de la Salud.
Tras los hechos, la universidad emitió un comunicado: Gupta fue suspendida de atención médica y se le entregó una “notificación de despido”. Dejó de ver pacientes a finales de mayo de 2025.
Infanticidio en EE.UU.: ¿casos aislados o patrón preocupante?
El caso de Aria Gupta remueve heridas profundas y plantea una pregunta incómoda: ¿qué lleva a una madre, con formación médica y estabilidad económica, a posiblemente cometer un crimen así?
Según datos del Departamento de Justicia de EE.UU., cada año se presentan entre 300 a 500 casos de infanticidios. En la mayoría de los casos, el autor es uno de los padres, y las víctimas suelen ser bebés o niños menores de cinco años.
Un estudio del Instituto Nacional de Salud Mental indica que muchas madres que cometen estos crímenes sufren de trastornos psiquiátricos no diagnosticados o subestimados, como depresión posparto severa, psicosis puerperal o estrés crónico.
Custodia, estrés y presión social
El conflicto por la custodia compartida amplifica el drama familiar. Los estudios sociológicos revelan que los pleitos legales por la tenencia de niños pueden aumentar la tensión emocional en padres y madres que ya enfrentan desafíos mentales o emocionales. El hecho de que Gupta viajara sin informar al padre apunta a una posible situación de desesperación.
“El sistema de custodia en Estados Unidos puede ser profundamente desgastante. A veces no hay ganadores, y los niños terminan siendo las victimas colaterales del conflicto adulto”, comenta la abogada de familia Emma Rodríguez, especialista en casos de custodia compleja.
¿Fallas en la atención médica?
Otro ángulo espinoso es el rol de la institución médica. ¿Nadie notó señales de alarma en una profesional que aparentemente podría haber estado atravesando una grave crisis emocional?
El United States Medical Licensing Examination (USMLE) exige a los médicos renovaciones periódicas, pero no supervisa aspectos de salud mental a menos que existan reportes formales. Muchos profesionales temen declarar problemas psiquiátricos por miedo a represalias laborales, lo cual crea una cultura de silencio.
“Muchas médicas tienen un umbral altísimo del deber. Pero también son humanas. El problema se agudiza porque el sistema no tiene espacios de descarga emocional adecuados”, puntualiza la doctora Ana M. Pérez, psicóloga clínica en Nueva York con enfoque en burnout médico.
Implicaciones legales: el proceso judicial por venir
Gupta será enjuiciada bajo las leyes del estado de Florida, donde el delito de asesinato en primer grado conlleva posibles sentencias de cadena perpetua o incluso pena de muerte, dependiendo del agravante. Sin embargo, el estado ha sido más reacio en los últimos años a aplicar castigos capitales.
Aún no se ha revelado si Gupta alegará trastorno mental, pero su defensa podría pasar por ahí, considerando el fuerte historial de desequilibrios emocionales en casos similares.
Los fantasmas que permanecen
Mientras tanto, en Oklahoma y en Florida, dos comunidades están de luto. Aria fue descrita por conocidos como una niña brillante, dulce y feliz. El colegio al que asistía en Oklahoma emitió un comunicado lamentando su pérdida e invitando a mantener vivo su recuerdo.
“Pocas cosas golpean tan hondo como la pérdida de un niño. Pero esos golpes se sienten aún más brutales cuando se sospecha que provienen de quienes debían protegerlos”, escribió el columnista Marty Salazar en el diario The Oklahoman.
El caso apenas comienza, pero deja al descubierto las fallas ocultas del hogar, del sistema médico, e incluso de la justicia familiar. Una historia que empezó como unas vacaciones madre-hija terminó por convertirse en una oscura tragedia que arrebata la vida y la inocencia a la vez, sembrando preguntas que tardarán años en tener respuestas plenas.