El caso 'Death Cap': el juicio que obsesiona a Australia y la enigmática mente de Erin Patterson
Tres asesinatos, un almuerzo envenenado y una mujer que ha dividido a toda una nación — el juicio de Erin Patterson sigue despertando interrogantes
El almuerzo fatal que paralizó a una nación
Australia no ha podido apartar la vista del caso que ha sacudido su conciencia colectiva: la historia de Erin Patterson, acusada y ahora condenada por envenenar con hongos mortales a tres familiares en un almuerzo en su hogar de Leongatha, Victoria.
En agosto de 2023, Patterson invitó a comer a su exsuegros, Don y Gail Patterson, a la hermana de Gail, Heather Wilkinson, y a su esposo Ian Wilkinson. El menú: beef Wellington, un clásico británico hecho con hojaldre, carne y, en esta versión particular, hongos...
Pero lo que parecía una reunión familiar se convirtió en tragedia. Tres de los cuatro invitados murieron tras el almuerzo, y sólo Ian Wilkinson sobrevivió milagrosamente después de un largo periodo de hospitalización. Poco después, Australia entera comenzó a preguntarse: ¿por qué lo hizo?
El juicio que marcó un antes y un después
Con una duración de nueve semanas, el juicio de Patterson fue un desfile de emociones, inconsistencias y especulaciones. El veredicto anunciado el lunes siguiente al cierre del proceso fue rotundo: culpable de triple asesinato y un intento de homicidio.
A pesar de la gravedad de la acusación, la Fiscalía no presentó un motivo claro, aunque sí se esbozaron tensiones familiares, antiguos resentimientos con su exmarido y choques con sus suegros. La defensa, por su parte, insistió en la versión del accidente.
La comida en cuestión contenía Amanita phalloides, comúnmente conocida como Death Cap o hongo de la muerte, que posee una de las toxinas naturales más letales. Bastan sólo unos gramos para provocar la muerte por insuficiencia hepática.
Un rostro inexpresivo y una nación dividida
Durante la sentencia, Patterson, de 50 años y madre de dos hijos, no derramó una sola lágrima. Su rostro sereno, casi desprovisto de emoción, fue catalogado por muchos como un signo de frialdad calculadora. Titulares como “Cold, mean and vicious” (Fría, cruel y despiadada) comenzaron a multiplicarse.
John Ferguson, el periodista que reveló el caso en su momento, describió al jurado enfrentándose al “verdadero Erin” cuando leyeron el veredicto. “Lo que vieron fue una mujer dura, callada e imperturbable”, escribió en The Australian.
El interés mediático y social: entre el morbo y la ingeniería narrativa
La cobertura mediática ha sido intensa. En un país con leyes estrictas de información sobre juicios, muchos medios habían preparado largas investigaciones que sólo podían publicarse una vez dictada sentencia. Titulares, podcasts, documentales y hasta memes inundaron las plataformas digitales.
Reddit Australia se convirtió en una especie de “tribunal alternativo”, con ciudadanos analizando paso a paso los testimonios, imágenes del supermercado donde supuestamente se compraron los hongos y hasta la preparación original del beef Wellington.
La población australiana se dividió entre quienes creen en su culpabilidad inapelable, y quienes consideran que la falta de un móvil probado genera una nube de duda. Pero la evidencia sostenida por especialistas médicos fue devastadora.
¿Crimen premeditado o tragedia sin motivo?
La fiscal del caso, Nanette Rogers, se vio en la tarea de construir una narrativa sin un motivo aparente. Aun así, dejó entrever una historia de resentimiento familiar. Erin había mantenido una relación tensa con la familia de su exesposo, y transmitió sentimientos encontrados en mensajes leídos en voz alta durante el juicio:
“Tenías dos caras”, acusó la fiscal a Patterson durante el contrainterrogatorio. Ella lo negó, pero era evidente que existía una historia de vínculos fracturados. Algunas publicaciones insinuaron manipulación emocional y comportamientos narcisistas.
Los hongos más letales del mundo
El hongo Amanita phalloides, conocido vulgarmente como el “sombrero mortal” o “Death Cap”, es responsable de más del 90% de las muertes por envenenamiento con setas en el mundo, según el CDC de EE. UU.
- Contiene amatoxinas, que dañan gravemente el hígado y los riñones.
- Los síntomas suelen aparecer entre 6 a 12 horas después del consumo.
- La tasa de mortalidad puede alcanzar el 50% si no se trata adecuadamente.
Lo espeluznante del caso Patterson está en lo selectivo del envenenamiento: ella no se intoxicó. Afirmó haber comido el mismo plato y mostrado síntomas leves, pero nunca fue hospitalizada de gravedad. Sus hijos, también presentes en la casa, comieron otra cosa.
¿Y ahora qué sigue?
Erin Patterson enfrenta cadena perpetua, aunque su sentencia definitiva aún está pendiente. Según la legislación australiana, la defensa dispone de 28 días para apelar.
Mientras tanto, la historia ha sido adquirida por productoras televisivas. Se anticipa un aluvión de libros, documentales y hasta una potencial serie de drama para plataformas como Netflix o Amazon Prime. El interés público es tal que los supermercados australianos empezaron a ofrecer beef Wellington preempacados con descuentos “sospechosos”.
Como lo expresó la editora Claire Harvey de The Australian: “¿Qué demonios motivó a Erin Patterson?” La reflexión queda abierta para una nación que no logra digerir este sombrío capítulo de su historia reciente.