Adiós a la tele tradicional: el streaming toma el trono de la audiencia
Junio marca un punto de quiebre histórico: el consumo de plataformas en línea supera a la TV por cable y abierta en EE.UU.
El cambio de era: El streaming supera por primera vez el 50% del tiempo total frente al televisor
Junio de 2024 pasará a los libros como un mes bisagra para la industria del entretenimiento televisivo. Por segunda vez consecutiva, y esta vez con una diferencia más marcada, los estadounidenses pasaron más tiempo viendo contenido en plataformas de streaming que en la televisión por cable o abierta combinadas. Según datos de Nielsen, el 46% del tiempo frente a la pantalla fue dedicado al streaming, mientras que el cable ocupó el 23,4% y la televisión abierta apenas el 18,5%. Esto suma menos del 42%, dejando al streaming como la opción preferida de los espectadores.
La televisión abierta nunca había caído por debajo del 20% en cifras de audiencia. El cambio no es menor; es reflejo de los nuevos hábitos generacionales, pero también de la consolidación del modelo digital como punta de lanza del entretenimiento moderno.
Los jóvenes lideran la revolución digital
El impulso más fuerte provino de un grupo etario bien definido: las audiencias más jóvenes. Tras finalizar la temporada escolar, muchos menores de entre 6 a 17 años encontraron en series como "Ginny & Georgia" y "El juego del calamar" una oferta más atractiva y flexible que la de la televisión habitual.
En palabras de Brian Fuhrer, vicepresidente senior de Nielsen: “Parecía el momento adecuado. Mucha gente pensó que este cambio sucedería antes”. Las cifras muestran que dos tercios de las personas de entre 6 y 17 años prefieren el streaming frente a los canales tradicionales de TV.
¿Qué plataformas lideran esta tendencia?
De las múltiples opciones digitales, dos nombres destacan abiertamente: YouTube y Netflix. El primero es cada vez más sinónimo de “televisión gratuita”, mientras que Netflix sigue blindando su catálogo con series que conquistan tanto a jóvenes como a adultos.
- YouTube: Con contenido generado por usuarios, documentales, programas “clásicos” y transmisiones en vivo, se ha convertido en una plataforma omnipresente.
- Netflix: Mantiene una curaduría astuta que combina nostalgia, innovación y entretenimiento global.
- HBO Max, Disney+ y Prime Video también compiten fuertemente por audiencias diversas.
La televisión convencional no está muerta... aún
Pese al declive de la televisión tradicional, no se puede hablar aún de su desaparición. Según Fuhrer, “los meses de junio y julio suelen ser los más flojos del año. La audiencia repunta con la NFL, dramas originales y estrenos otoñales”. Es decir, los grandes eventos deportivos y ciertas producciones premium aún sostienen buena parte del consumo tradicional.
Además, muchas cadenas han diversificado sus contenidos para adaptarse al nuevo panorama. Hoy, no es raro ver episodios de NCIS o la cobertura de The Tonight Show en plataformas on demand o canales de YouTube oficiales.
Fox News: El bastión conservador que derrota a las grandes cadenas
Otro dato revelador que refuerza la transición mediática en EE.UU. es el dominio de Fox News, que superó en audiencia nocturna a las grandes cadenas de televisión abierta (ABC, CBS, NBC y Fox Entertainment) por tercera semana consecutiva.
La cadena pro-conservadora promedia 2,4 millones de espectadores en horario estelar entre semana. Lo intrigante no es sólo su éxito veraniego —época tradicionalmente débil para las cadenas— sino que ha ganado semanas clave fuera de esta temporada: por ejemplo, durante la ceremonia de inauguración del segundo mandato de Donald Trump en enero.
La clave de Fox News reposa en su audiencia leal y envejecida, un perfil demográfico que no ha migrado hacia el streaming con la misma rapidez que los millennials o la generación Z. Este público mantiene ratings estables sin importar la estación del año.
Una revolución sin retorno: el entretenimiento es multiplataforma
No todo son cifras que se excluyen mutuamente. Las empresas de medios han entendido que el futuro no está en la renuncia, sino en la integración. Por eso hoy encontramos productos como:
- ESPN+: contenido deportivo en vivo, disponible tanto en cable como a través del streaming.
- Paramount+: permite ver episodios actualizados de CBS, además de catálogo clásico.
- Peacock (NBC): combina deportes, noticias y producciones originales para ambas audiencias.
El consumidor del siglo XXI demanda opciones personalizadas, inmediatas y móviles. Esto ha impulsado tanto a los creadores independientes como a los gigantes tradicionales a expandir sus modelos de distribución. Ya no se trata de si el contenido es "TV" o "streaming"; lo importante es que esté where and when you want it.
¿Qué viene ahora?
El escenario plantea varias preguntas clave para todos los involucrados en el mundo de los medios:
- ¿Podrá la televisión reinventarse más allá de la transmisión en vivo de eventos deportivos masivos?
- ¿Hasta qué punto las suscripciones múltiples llevarán al público a una nueva “fatiga del contenido”?
- ¿Qué papel jugarán las redes sociales, como TikTok o Instagram, en la distribución de contenido fragmentado?
Por ahora, lo seguro es que el modelo tradicional de consumo está roto. El espectador ha ganado el derecho a elegir, saltarse la programación y no ser esclavo del horario.
Como dijera el analista de contenidos Peter Kafka en el podcast Recode Media, “hemos dejado de ver ‘canales’, ahora vemos ‘contenidos’”.
La televisión no muere, pero se metamorfosea. Su viejo formato de cita obligada ante el aparato familiar cada noche, definitivamente, ha terminado.