Temporada de huracanes 2025: ¿qué tan preparados estamos realmente?
Con tres tormentas ya formadas y la posibilidad de más huracanes mayores, expertos y autoridades se preparan para un año agitado en el Atlántico
La tormenta que no era tormenta: Florida bajo intensas lluvias
Este martes, una intensa ola de lluvias azotó Florida, cubriendo gran parte de la península sin siquiera haber alcanzado la clasificación oficial de tormenta tropical. Esta perturbación climática, aunque todavía técnicamente no es una depresión tropical, podría convertirse en Dexter, el cuarto fenómeno nombrado de la temporada si las condiciones ambientales siguen siendo favorables.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), el sistema de baja presión se ha ido organizando cada vez más mientras cruza de este a oeste por la península de Florida, dejando a su paso fuertes inundaciones y advertencias por riesgo de crecidas súbitas desde Orlando hasta la costa del Golfo.
"Las condiciones ambientales parecen ser generalmente favorables para que haya un desarrollo adicional, y una depresión tropical podría formarse del medio al final de esta semana", dijo el NWS en un comunicado.
Dexter: ¿el próximo en la lista?
Si esta perturbación climática se transforma en una tormenta con vientos sostenidos superiores a 63 km/h, se convertirá oficialmente en la cuarta tormenta con nombre del Atlántico en 2025: Dexter. Y aunque su nombre resuena por la serie “Dexter”, tranquila Florida… no es tan peligrosa (todavía).
Las tormentas que ya se han formado este año son:
- Andrea: Se formó en el Atlántico y se disipó sin impactar tierra firme.
- Barry: Tocó tierra en el este de México dejando lluvias significativas.
- Chantal: Impactó Carolina del Sur; sus remanentes provocaron inundaciones en Carolina del Norte, donde lamentablemente falleció una mujer de 83 años.
De desarrollarse Dexter, sería solo una más en una temporada que promete ser más intensa de lo normal.
Lo que predicen los expertos
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), en su pronóstico de mayo, estimó entre 13 y 19 tormentas con nombre para la temporada atlántica de huracanes de 2025. De éstas, 6 a 10 podrían convertirse en huracanes y entre 3 y 5 en huracanes mayores (categoría 3 o superior, con vientos mayores a 177 km/h).
Por su parte, los investigadores de la Universidad Estatal de Colorado fueron aún más específicos, pronosticando:
- 17 tormentas con nombre
- 9 huracanes
- 4 huracanes mayores
Una temporada activa, sin duda, impulsada por factores como aguas oceánicas más cálidas de lo normal y condiciones atmosféricas favorables como baja cizalladura del viento.
¿Estamos preparados?
Florida, históricamente golpeada por los huracanes, no baja la guardia. Más allá de la actual amenaza de Dexter, algunas autoridades están reforzando sus protocolos ante la posibilidad de fenómenos extremos.
Un ejemplo es la nueva legislación estatal que obliga a los aeropuertos floridanos a reportar cualquier aeronave usada para "modificación del clima", como el controvertido proceso de "siembra de nubes" (cloud seeding), a partir de octubre.
El fiscal general de Florida, James Uthmeier, explicó: “Este tipo de cosas suenan bastante aterradoras. Mi carta pone a los aeropuertos sobre aviso: deben cumplir con la ley o enfrentarse a sanciones, incluso penales”.
Este anuncio se produce tras la propagación de teorías conspirativas que culpan a la modificación climática de inundaciones mortales en Texas durante el 4 de julio. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde dichas afirmaciones, aseguran los expertos.
Temporada con antecedentes peligrosos
La temporada de huracanes de 2025 llega tras varios años seguidos con actividad tropical por encima del promedio. En 2020 tuvimos una temporada récord con 30 tormentas con nombre, mientras que en 2023 hubo 20 tormentas, 7 huracanes y 3 de gran intensidad.
El aumento en la temperatura de los océanos ha jugado un papel central. En 2023, la temperatura del Atlántico tropical alcanzó niveles históricos, lo que facilitó la formación temprana de tormentas tropicales bien organizadas. Esta tendencia continúa en 2025, con temperaturas oceánicas superiores al promedio que podrían fortalecer tormentas futuras.
Un llamado a la acción
Las agencias de manejo de emergencias insisten en la importancia de la preparación:
- Tener un plan de evacuación, especialmente en zonas cercanas al litoral.
- Revisar y abastecer el kit de emergencia con agua, alimentos no perecederos, medicamentos, linternas y radios de baterías.
- Suscribirse a alertas móviles y oficiales de huracanes para estar informados en tiempo real.
Según la FEMA, muchas víctimas mortales de huracanes ocurren después del impacto directo, ya sea por inundaciones residuales o accidentes durante los procesos de evacuación. Estar preparados puede marcar la diferencia.
El rol cuestionado de la tecnología climática
La aparición del tema de modificación climática es especialmente curiosa en esta temporada. ¿Puede la tecnología interferir o amplificar huracanes? Aunque algunas prácticas como la siembra de nubes se usan para generar más lluvia en zonas áridas, no existe un método probado para desviar o detener tormentas tropicales. La capacidad de modificar el clima sigue siendo limitada y su uso está rodeado de importantes debates éticos, legales y científicos.
Aunque la preocupación del fiscal general pueda sonar exagerada para algunos, se enmarca en un contexto donde la desinformación prolifera online cada vez que ocurre una catástrofe natural. Más que reforzar teorías conspirativas, este tipo de investigaciones deberían fortalecer el conocimiento ciudadano sobre el cambio climático y sus impactos reales.
¿Qué podemos esperar del resto de la temporada?
Si la temporada sigue las predicciones, tendremos aún 9 a 13 tormentas con nombre por delante. Con una atmósfera que se perfila propicia para el desarrollo de huracanes y océanos sobrecalentados, los expertos recomiendan seguir vigilantes.
En especial, agosto y septiembre suelen ser los meses más activos, con el 10 de septiembre como pico histórico de la temporada atlántica. Es durante esos días cuando mayores huracanes de categoría 3 o más han tocado tierra en Estados Unidos y el Caribe.
En resumen, no se trata de preguntarse si llegarán más tormentas, sino cuándo y dónde impactarán con mayor fuerza. El contexto actual obliga no solo a observar el cielo, sino también a apostar por una preparación sólida, basada en ciencia y prevención. No podremos controlar a la madre naturaleza, pero sí podemos minimizar sus devastadores efectos.