Recuerdos entre risas: cómo el humor está ayudando a pacientes con demencia a reconectar con su pasado
Un museo de la comedia en Nueva York ha creado cafés de memoria para generar momentos de lucidez y conexión en personas con Alzheimer
La memoria risueña: una nueva estrategia en la lucha contra el Alzheimer
En el corazón de Jamestown, Nueva York, un pequeño experimento con grandes implicaciones emocionales y científicas está teniendo lugar en el National Comedy Center. Este museo, dedicado a la evolución histórica del humor en Estados Unidos, ha comenzado a organizar cafés de la memoria, encuentros mensuales diseñados especialmente para personas que viven con Alzheimer, demencia u otras formas de pérdida de memoria, junto a sus cuidadores.
Lo que inicialmente parecía una actividad social más, se ha convertido en una valiosa herramienta terapéutica que estimula áreas del cerebro asociadas con la memoria, el lenguaje y las emociones. Y lo más impactante: todo comienza con una carcajada.
Un paseo por la historia de la risa
Durante uno de estos encuentros, Gail y Mario Cirasunda, un matrimonio de 59 años, recorrieron el museo mientras revivían viejas glorias de la comedia estadounidense: clips de I Love Lucy, segmentos inolvidables de The Tonight Show con Johnny Carson, y hasta los memorables monólogos de George Carlin.
Mario, de 85 años, vive con demencia desde hace varios años. Sin embargo, al enfrentarse a estas muestras de humor clásico, no solo sonríe, sino que comenta, recuerda anécdotas y parece reconectar brevemente con su yo del pasado. “Cuando estás hablando de esos recuerdos, lo estás reviviendo, aunque cinco minutos después se olvide”, explicó Gail con dulzura.
¿Qué es un café de la memoria?
Los cafés de la memoria (memory cafés) surgieron en los Países Bajos en la década de 1990, y desde entonces se han expandido a nivel mundial. En Estados Unidos, más de 600 cafés de este tipo funcionan en bibliotecas, centros comunitarios, iglesias y ahora, incluso, en museos.
Estos espacios ofrecen una combinación de socialización, estimulación cognitiva y actividades culturantes. Algunos incluyen música en vivo, terapia de arte o ejercicio físico suave, pero el elemento clave es crear un ambiente sin juicio y emocionalmente seguro, donde quienes viven con pérdida de memoria puedan interactuar de manera significativa.
El papel del humor en la neurología
La ciencia ha comenzado a respaldar lo que muchos cuidadores ya intuían: el humor no solo alivia sino que activa procesos cerebrales complejos. Según Shelia Kennison, profesora de psicología en la Oklahoma State University, el humor involucra múltiples áreas del cerebro al mismo tiempo:
- Interpretar el lenguaje y las referencias culturales
- Identificar ironías o sorpresas
- Coordinar respuestas emocionales positivas
“Reírse de un chiste involucra casi todo el cerebro, y esa activación repercute positivamente en el cuerpo entero”, aseguró Kennison. Esta experiencia ayuda a eliminar el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer conexiones neuronales que usualmente se debilitan ante la demencia.
Más allá de la ciencia: la humanidad detrás de los recuerdos
Detrás de los datos y experimentos, hay historias como la de los Cirasunda. Mario, aunque ya no recuerda si le gusta una comida en particular o se desorienta en calles cercanas, todavía revive vívidamente su ruta escolar cuando era niño, o el nombre de su primera profesora. Esas memorias antiguas, enterradas debajo del deterioro cognitivo del Alzheimer, emergen con fuerza gracias a estímulos como la música, el arte o, en este caso, la comedia clásica.
“Le encantaban las películas de La Pantera Rosa, constantemente le regalábamos DVDs solo para verlo reír”, dijo Gail. Antes de casarse, su jefe le dio un consejo que jamás olvidaría: “Nunca pierdas el sentido del humor en tu matrimonio”. A pesar de todos los desafíos, ella asegura haberlo seguido fielmente.
La nostalgia como medicina emocional
La nostalgia puede actuar como una máquina del tiempo emocional, algo ampliamente utilizado por el National Comedy Center. Gary Hahn, portavoz del museo, explicó que muchos visitantes han reportado que sus seres queridos, poco comunicativos, se tornaban efusivos y charlatanes durante las visitas.
“Es como si el museo activara interruptores dormidos. La mezcla de sonidos, colores, elementos icónicos y risas produce una respuesta emocional compleja e inesperadamente vívida”, concluyó Hahn.
Un fenómeno global en expansión
Según la Alzheimer’s Association, en Estados Unidos hay aproximadamente 7,2 millones de personas mayores de 65 años viviendo con Alzheimer. Si sumamos a sus cuidadores, la cifra asciende significativamente, superando los 20 millones de personas involucradas directa o indirectamente.
Los cafés de la memoria están comenzando a formar parte de un movimiento más grande para cambiar la narrativa sobre esta enfermedad: en lugar de centrarse únicamente en la pérdida, se enfatiza lo que aún permanece. Un gesto, una risa, una mirada de reconocimiento, una anécdota suelta, pueden iluminar semanas enteras.
El caso del National Comedy Center: liderando con humor
Inspirado por la icónica actriz Lucille Ball —oriunda de Jamestown y pionera en la comedia televisiva— el museo ha sido un éxito tanto entre turistas como entre académicos del arte cómico. Su reciente giro hacia una función social y médica abre un nuevo campo de acción: humor como terapia cognitiva.
Journey Gunderson, directora del centro, explicó que la respuesta de las familias ha sido abrumadoramente positiva. “Recibimos una nota de una mujer cuya madre apenas hablaba. Pero en nuestro museo, estaba animada, conectando de nuevo”, recordó emocionada.
La esperanza se ríe última
Es imposible detener completamente el avance del Alzheimer. Pero lo que sí podemos hacer es crear momentos de alegría, comunidad y conexión, que quizá no queden grabados a largo plazo, pero sí dejan una huella emocional instantánea tanto para los pacientes como para sus seres queridos.
Como dice Gail: “Cada risa cuenta. Cada sonrisa compartida nos recuerda que todavía estamos aquí, juntos. Aunque solo sea por hoy”.
Cómo participar en un café de la memoria
Si tienes un familiar afectado por Alzheimer o deseas saber más sobre cómo participar en estos eventos, puedes buscar cafés cercanos en sitios como:
- Memory Cafe Directory
- Alzheimer’s Association
- Bibliotecas y centros comunitarios locales suelen anunciar eventos mensuales gratuitos.
Participar puede significar más que una salida: puede ser una chispa de memoria, de amor, de humanidad.