Entre la hambruna y el fuego: la tragedia humanitaria en Gaza sigue agravándose

El Programa Mundial de Alimentos denuncia tiroteos contra civiles hambrientos mientras el conflicto entre Israel y Hamas intensifica la catástrofe humanitaria

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Un nuevo capítulo trágico en Gaza: civiles bajo fuego al buscar comida

El pasado domingo, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), una de las agencias de ayuda humanitaria más importantes del mundo, lanzó una acusación contundente contra el Ejército de Israel. Según el organismo, tanques y francotiradores israelíes dispararon sobre una multitud de palestinos desesperados por conseguir ayuda alimentaria en el norte de la Franja de Gaza. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 80 personas murieron durante el intento de acceder a una caravana de camiones que trasladaba víveres esenciales.

Los testimonios presenciales y las declaraciones oficiales de la ONU coinciden en que el tiroteo ocurrió cuando la multitud rodeó una caravana de 25 camiones con comida. El PMA informó que el convoy fue atacado a pesar de contar con garantías de seguridad del propio Ejército israelí, quien supuestamente había asegurado que no habría fuerzas armadas presentes en la ruta de distribución.

La respuesta israelí y los cuestionamientos a las cifras

El Ejército de Israel no emitió declaraciones oficiales sobre las acusaciones del PMA, aunque el portavoz militar, Teniente Coronel Nadav Shoshani, compartió un video desde la red social X (antes Twitter) donde se escucha a un soldado gritando repetidamente “No disparen”. Según su publicación, los soldados tenían órdenes explícitas de no disparar.

Israel tampoco ha permitido la entrada de medios internacionales a Gaza desde que comenzó la guerra en octubre de 2023, lo que impide una verificación independiente de los hechos. Aun así, la versión de las agencias humanitarias y la falta de acceso a la ayuda básica en Gaza refuerzan las crecientes denuncias sobre el agravamiento de la situación humanitaria.

Una tragedia sostenida: cifras escalofriantes de víctimas

Desde el 7 de octubre de 2023, cuando se desató la guerra tras el ataque encabezado por Hamás en el sur de Israel —que dejó alrededor de 1.200 muertos y más de 250 secuestrados—, el conflicto ha tomado un curso devastador. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, más de 58.800 palestinos han muerto en el conflicto, más de la mitad mujeres y niños.

Este mismo lunes, las autoridades gazatíes reportaron que al menos 13 personas, incluidos cinco niños y dos mujeres, murieron en ataques israelíes realizados durante la noche. Además, dos personas más fueron alcanzadas por disparos cuando esperaban la llegada de camiones con ayuda humanitaria en el corredor de Netzarim.

Además, un ataque aéreo israelí impactó una tienda de campaña en la zona de Muwasi (en Jan Yunis), donde murieron cinco personas de una misma familia, incluidos sus dos hijos pequeños.

El hambre como arma de guerra: una población en el límite

Las condiciones de vida en Gaza se deterioran cada día. Según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), más del 90% de la población sufre inseguridad alimentaria severa. A medida que se intensifican los ataques y las evacuaciones forzadas por parte de Israel, los corredores humanitarios se vuelven más escasos y peligrosos.

Estas personas sólo estaban intentando conseguir comida para alimentar a sus familias al borde de la inanición”, declaró el PMA en su comunicado oficial. “Los disparos cerca de misiones humanitarias deben detenerse inmediatamente”.

La organización criticó que las condiciones de seguridad para operar en Gaza han llegado a niveles insostenibles, a pesar de compromisos israelíes previos de permitir las entregas de ayuda sin interferencias militares.

Una crisis sin precedentes en la historia moderna de Gaza

La situación actual en Gaza es, según organismos internacionales, una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI. Doctors Without Borders y Save the Children han alertado sobre la inminencia de una hambruna, similar a la que se vivió en Somalia en 2011, cuando más de 250.000 personas murieron, la mitad de ellos niños.

En palabras de Maurizio Martina, director adjunto del PMA y ex Ministro de Agricultura de Italia:

“La situación en Gaza es una pesadilla. Cada día que pasa, más niños mueren no sólo por las bombas, sino por hambre. Si no hay un cambio radical y rápido, estaremos ante una catástrofe moral y humanitaria sin precedentes”.

¿Rehenes humanitarios de un fuego cruzado?

El conflicto no se desarrolla solo en el campo de batalla físico. A nivel diplomático, se viven intensas negociaciones: hasta ahora, las conversaciones para un cese al fuego entre Israel y Hamás no han llegado a acuerdos significativos. Todo acuerdo parece centrarse en términos logísticos de seguridad y liberación de rehenes, obviando una solución integral al desabastecimiento crítico de servicios básicos como agua, electricidad, salud y alimentos.

Peor aún: Estados Unidos e Israel respaldan un nuevo sistema de distribución de ayuda humanitaria que ha desplazado a las Naciones Unidas como principal intermediario. Según fuentes en la zona, este sistema ha generado más caos y violencia, pues los civiles que se dirigen a sus puntos de entrega han sido atacados o asesinados en repetidas ocasiones.

La voz de los que sufren: testimonios de los sobrevivientes

En las redes sociales y medios independientes que aún logran contactar con personas dentro de Gaza, circulan testimonios desgarradores. Fatma Al-Jedda, madre de tres hijos, relató a través de una conexión vía WhatsApp:

“Nos dijeron que había comida en ese convoy. Caminamos más de 6 horas. Cuando llegamos, empezaron los disparos. Mi hijo de 11 años murió de un balazo en la cabeza. Sólo quería pan”.

Otros residentes de Gaza reportan no haber comido en días. Algunos ingerían hojas o agua salada para intentar calmar el hambre. Las escenas de niños con vientres hinchados por desnutrición y mujeres escarbando entre escombros por algo de arroz se repiten en múltiples áreas del enclave.

¿Y el derecho internacional humanitario?

De acuerdo con la Convención de Ginebra, los civiles no pueden ser objetivo de ataques militares, especialmente cuando se encuentran en situación de necesidad humanitaria. También establece que las partes en conflicto deben permitir y facilitar el paso rápido e imparcial de la ayuda humanitaria destinada a la población civil.

Los ataques deliberados contra civiles que buscan ayuda son crímenes de guerra”, sostuvo Philippe Nassif, representante de Amnistía Internacional. La organización ya ha solicitado una investigación independiente sobre los recientes hechos ocurridos en Gaza.

Una presión internacional insuficiente

A pesar de las continuas denuncias y llamados de emergencia de distintas organizaciones internacionales, la comunidad internacional aún no toma medidas efectivas para garantizar el flujo humanitario. Las condenas verbales y las preocupaciones diplomáticas no se traducen en acciones concretas sobre el terreno.

La falta de una respuesta contundente deja a millones de palestinos atrapados en una pesadilla sin fin, donde pueden morir no solo por las bombas, sino por la inacción del mundo.

Sitios como Rafah, Jan Yunis y Ciudad de Gaza están en niveles críticos de abastecimiento, casi completamente aislados, y las zonas de evacuación propuestas por Israel también se encuentran bajo amenaza constante de bombardeos.

¿Un alto al fuego en el horizonte?

Los diálogos de alto al fuego continúan en Doha y Egipto, pero hasta ahora no se ha esbozado un acuerdo sostenible que incluya garantías humanitarias. Mientras tanto, las fuerzas israelíes amplían las zonas de evacuación, indicando que nuevas ofensivas podrían estar en marcha.

Mientras tanto, el temor crece: cada convoy que entra a Gaza puede convertirse en una trampa mortal tanto para los cooperantes como para los hambrientos.

El mundo observa, pero Gaza sangra en silencio.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press