Tragedias recientes en EE.UU. y Canadá reavivan el debate sobre seguridad y responsabilidad

Desde tiroteos indiscriminados hasta negligencia infantil y productos inseguros, múltiples tragedias sacuden a Norteamérica

Violencia armada en comunidades pequeñas: El caso Fordyce

El 21 de junio de 2024 se convirtió en una fecha que marcará para siempre a la comunidad de Fordyce, Arkansas. En un hecho que horrorizó al país, Travis Eugene Posey, de 45 años, abrió fuego en el supermercado Mad Butcher, dejando cuatro personas muertas y otras diez heridas, incluyendo a dos oficiales de policía. Esta pequeña ciudad de tan solo 3,200 habitantes vivió uno de los peores días de su historia.

Pese a haber sido inicialmente acusado y declararse inocente, Posey cambió su declaración a culpable el 1 de julio de 2024. Lo hizo frente a un tribunal en Camden, Arkansas, admitiendo su responsabilidad en cuatro cargos de asesinato capital y once cargos de intento de asesinato capital.

El atacante irrumpió en el establecimiento portando una escopeta calibre 12, una pistola y municiones adicionales en una bandolera. Las autoridades afirman que disparó principalmente con la escopeta, primero en el estacionamiento y posteriormente dentro del supermercado. Los testigos relataron escenas de absoluto pánico y miedo.

Uno de los aspectos más desconcertantes del caso es que, hasta la fecha, no se ha identificado motivo alguno para este acto violento. Las víctimas no tenían relación directa con el atacante y los actos fueron descritos como "indiscriminados".

Fordyce sufrió el cierre temporal de su único supermercado, lo que llevó a la instalación de centros provisionales de distribución de alimentos. El Mad Butcher reabrió 11 días después de la tragedia.

De la denuncia por secuestro al cargo de homicidio: El caso Frattolin

En un oscuro episodio que refleja la complejidad del abuso intrafamiliar y el encubrimiento, el canadiense Luciano Frattolin fue detenido por el asesinato de su hija de 9 años, Melina Frattolin, en Nueva York.

Frattolin había denunciado el secuestro de Melina el 29 de junio de 2024, lo que llevó a emitir una Alerta Amber. Sin embargo, las inconsistencias en su testimonio alertaron a los investigadores. El 30 de junio, las autoridades encontraron el cuerpo de la niña en una zona boscosa cerca del pueblo de Lake George, en la frontera con Vermont. Frattolin fue acusado de asesinato en segundo grado y de ocultar un cadáver.

El caso conmocionó por la frialdad aparente del acusado, quien se describía en redes sociales como un "padre amoroso" y tenía a su hija como parte central de la imagen de su empresa de café. No poseía antecedentes penales, lo que hace aún más enigmático el crimen.

5.2 millones de piscinas retiradas del mercado: La tragedia silenciosa

Mientras los tiroteos y asesinatos acaparan titulares por su violencia explícita, otro tipo de amenaza ha sido objeto de atención en América del Norte: las piscinas elevadas domésticas.

Más de 5.2 millones de piscinas vendidas por marcas como Bestway, Intex y Polygroup han sido retiradas del mercado tras haberse reportado al menos nueve muertes por ahogamiento desde 2007 en EE.UU., según la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE.UU. (CPSC).

El problema tiene que ver con las correas de compresión externas que rodean estas piscinas. Dichas correas crean un punto de apoyo donde los niños pequeños —entre 22 meses y 3 años— pueden trepar y caer al agua sin supervisión. Aunque los hechos fatales datan entre 2007 y 2022, la alerta real no se activó hasta 2024.

Las piscinas afectadas son modelos de al menos 48 pulgadas de alto y se han vendido desde el año 2002 hasta 2025 en tiendas como Walmart, Target, Lowe’s, Costco y Amazon. Más de cinco millones en EE.UU. y 266,000 en Canadá. Aún no se han reportado muertes en Canadá.

El llamado es urgente: las familias deben contactar a los fabricantes para recibir un kit de reparación gratuito que reemplaza las correas por cuerdas más seguras. Hasta que eso ocurra, recomiendan que las piscinas no estén en uso o se vacíen completamente.

¿Qué nos dicen estas tragedias sobre nuestra sociedad?

Estos tres eventos, aunque distintos en naturaleza, convergen en un mismo punto: la vulnerabilidad humana y los fallos sistémicos.

  • En Fordyce, un hombre con armas legales y sin un récord significativo terminó desatando una masacre sin razón aparente. La falta de políticas efectivas para prevenir que personas emocionalmente inestables accedan a armas es preocupante.
  • En Nueva York, una niña fue asesinada por su propio padre, demostrando que los mecanismos de protección de menores pueden fallar estrepitosamente cuando los victimarios son parte del mismo núcleo familiar.
  • En todo el continente, se vendieron millones de productos inseguros cuya peligrosidad solo fue reconocida tras múltiples tragedias. ¿Dónde está la responsabilidad corporativa y regulatoria en estos casos?

Según el CDC, más de 48,000 personas murieron por armas de fuego en EE. UU. en 2022, y los suicidios representan más del 50%. Además, la UNICEF enfatiza que la violencia contra niños en entornos familiares sigue siendo una de las formas más invisibles de maltrato, mientras que Consumer Reports alerta desde hace años que productos infantiles inseguros siguen circulando indefinidamente en el mercado sin alertas efectivas.

Estas tragedias abren un necesario debate sobre políticas públicas, ética corporativa, y nuestra propia corresponsabilidad como ciudadanos. La memoria de las víctimas debe impulsarnos no solo al duelo, sino también a la acción.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press