Los adolescentes y la nueva era de compañeros virtuales: ¿la inteligencia artificial está sustituyendo a los amigos reales?

Más del 70% de los adolescentes estadounidenses usan chatbots como 'amigos digitales'. ¿Estamos presenciando un reemplazo de las relaciones humanas por la IA?

La nueva amistad: adolescente y chatbot

Kayla Chege, una estudiante de secundaria en Kansas, tiene 15 años y recurre a ChatGPT no solo para consejos sobre maquillaje o ideas de cumpleaños, sino también para orientarse en decisiones diarias. Aunque afirma no usar estas herramientas para hacer sus deberes escolares, sus interacciones diarias con la inteligencia artificial (IA) reflejan una tendencia que está transformando la adolescencia moderna.

Y Kayla no está sola. Según un estudio reciente de Common Sense Media, un grupo que investiga el impacto de la tecnología en niños y adolescentes, más del 70% de los adolescentes han utilizado alguna vez compañeros de IA, y la mitad de ellos los utiliza de forma regular.

¿Qué son los 'compañeros de IA'?

Estos no son simplemente asistentes como Siri o Alexa. Los compañeros de IA, como Character.AI, Replika y SpicyChat, son plataformas diseñadas para simular conversaciones emocionales, personalizadas y aparentemente humanas. Permiten crear personajes digitales con características específicas que actúan como amigos, consejeros o incluso parejas románticas virtuales.

Pero incluso herramientas como ChatGPT y Claude, que fueron creadas para responder preguntas, están siendo adaptadas por adolescentes para cumplir un papel afectivo más profundo. ¿Por qué? Porque estas herramientas están siempre disponibles, nunca juzgan y siempre validan lo que el usuario expresa. Como lo resume Ganesh Nair, un joven de 18 años de Arkansas: “Cuando hablas con la IA, siempre tienes la razón. Siempre eres interesante. Siempre tus emociones están justificadas”.

¿Un problema creciente de salud mental?

Más allá de la conveniencia, varios expertos en psicología y desarrollo infantil están haciendo sonar las alarmas. “Uno de los riesgos es que estos adolescentes no aprendan habilidades sociales básicas, como leer las emociones en los demás, negociar conflictos o aceptar puntos de vista distintos”, señala Michael Robb, jefe de investigación en Common Sense Media.

El problema cobra mayor urgencia cuando los adolescentes comienzan a desarrollar vínculos emocionales reales con chatbots. En un caso estremecedor, un adolescente de 14 años en Florida se suicidó tras formar un apego emocional con un chatbot. Esto llevó a debatir si estas relaciones pueden sustituir de forma segura a las interacciones humanas en momentos vulnerables.

Datos que preocupan

  • 31% de los adolescentes entrevistados dijeron que sus conversaciones con la IA eran igual de satisfactorias o más que con sus amigos reales.
  • 33% admiten haber hablado de temas serios con IA en lugar de acudir a un ser humano.
  • Casi la mitad usa estos compañeros de IA regularmente.

Estas cifras sorprendieron incluso a los investigadores. “Cuando comenzamos el estudio, no teníamos idea de cuántos adolescentes realmente usaban estas herramientas como compañeros”, comenta Robb.

Adolescencia es una etapa crucial para definir identidad e independencia. Si estas características están siendo moldeadas por la IA, los resultados pueden ser impredecibles e incluso peligrosos.

¿Qué opinan los padres y los psicólogos?

Mitch Prinstein, jefe de psicología de la American Psychological Association (APA), asegura que el mayor riesgo no es solo el tiempo frente a la pantalla, sino el desplazamiento de relaciones humanas reales por vínculos con máquinas.

La APA incluso ha emitido una advertencia de salud pública sobre la mitigación de riesgos del uso de inteligencia artificial por parte de menores, enfocándose en la necesidad de distinguir entre entretenimiento digital y vínculos reales.

Compañeros programados para agradar

Una preocupación clave es que estos programas están diseñados para decir lo que el usuario quiere escuchar. Esto lo hace atractivo para jóvenes inseguros, pero perjudicial para el desarrollo psicológico sano. “No enseñan a aceptar la crítica o a adaptarse al rechazo. Siempre te dan la razón”, dice la neurocientífica Eva Telzer, de la Universidad de Carolina del Norte.

Telzer han encontrado que niños de tan solo 8 años ya interactúan con IA generativa. Además, adolescentes están usando estas plataformas para explorar temas de sexualidad, salud mental e incluso para pedir guía emocional.

La erosión del pensamiento crítico

Bruce Perry, un joven de 17 años, admite que hoy piensa primero en ChatGPT antes que en un lápiz. “Uso IA todos los días para redactar correos, decidir qué decir a un profesor o planear un ensayo. Es más rápido que yo”, afirma.

Y aunque Perry se siente cómodo con el uso de la tecnología, teme por las generaciones más jóvenes: “Podrían crecer sin saber cómo hacer amigos reales o qué es ir a un parque”.

Consejos para padres sobre la IA

Para mitigar riesgos, los expertos sugieren:

  • Comenzar con una conversación, sin juzgar, para entender qué y cómo están usando IA tus hijos.
  • Enseñar que la IA está programada para agradar, a diferencia de las relaciones reales.
  • Prestar atención a signos de apego obsesivo: si un adolescente prefiere a sus chatbots ante relaciones humanas o muestra angustia cuando no puede interactuar con ellos.
  • Establecer límites de uso como se hace con redes sociales.
  • Distinguir entre apoyo emocional y apoyo profesional; la IA no debe sustituir terapias o soporte clínico real.

La nueva adicción

Algunos adolescentes ya hablan de la IA como “la próxima adicción”. Ganesh Nair alerta: “La IA es demasiado buena haciendo todo fácil. Pero eso es precisamente el riesgo, que evitemos enfrentar el reto de la vida real”.

Él, que ha decidido reducir su uso personal de estas herramientas, aboga por una postura crítica: explorar la tecnología, sí, pero sin permitir que reemplace los vínculos humanos.

¿Y ahora qué?

La revolución de la IA llegó también a los adolescentes, quienes encuentran en los algoritmos una voz atenta y constante. Pero como nos recuerda Robb, “el desafío no es eliminar la IA de sus vidas, sino asegurarse de que no sustituya los pilares emocionales de su desarrollo.”

Padres, docentes y responsables políticos deben actuar con urgencia antes de que esta tendencia pase de ser una herramienta útil a una barrera emocional que altere radicalmente la forma en que las futuras generaciones se relacionan con el mundo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press