Religión, armas y anarquía: el inquietante caso de Teresa Youngblut y los Zizianos

La muerte de un agente fronterizo, la figura de un líder carismático y un culto cibernético ponen a prueba el sistema judicial de Estados Unidos

Un tiroteo con ecos de sectarismo extremo

El 20 de enero de 2025, un tiroteo en una autopista de Vermont terminó con la vida del agente de la Patrulla Fronteriza David Maland y dejó gravemente herida a Teresa Youngblut, una misteriosa joven de 21 años. Lo que al principio parecía un enfrentamiento aislado, pronto reveló conexiones con una organización oscura, digital y transfronteriza: los Zizianos.

Youngblut y su compañero, Felix Bauckholt, fueron señalados por autoridades tras deambular por Vermont vestidos con equipamiento táctico y portando armas largas, lo que encendió las alarmas de un empleado de hotel. El tiroteo se produjo durante un control rutinario en la Interestatal 91. Lo que siguió fue una balacera letal: Bauckholt murió en el lugar y Youngblut fue arrestada gravemente herida.

¿Quiénes son los Zizianos?

Los Zizianos son un grupo de creencias híbridas formado en la última década, con componentes de ideología anarquista, identidad de género fluida, veganismo extremo e interés por la inteligencia artificial. Su figura central es una mujer transgénero conocida como Jack LaSota, alias Ziz. La forma en que recluta es moderna e inquietante: a través de foros en línea, plataformas de código abierto y canales de Telegram, ha captado a jóvenes disconformes con el sistema.

La narrativa que rodea a los Zizianos mezcla conceptos futuristas con una fuerte crítica al poder estatal, lo cual ha captado a estudiantes avanzados en ingeniería y ciencia computacional, según informes del FBI. “Crean su propia moral, su propio dogma y sistema de castigos; es una teocracia digital anarcovegana”, afirmó el analista Louis Braddock, del Southern Poverty Law Center.

Del pensamiento radical a la violencia

Las prácticas del grupo trascendieron lo ideológico y pronto pasaron a la acción directa. En 2022, un ataque a un casero en California derivó en la muerte de uno de sus propios miembros. A inicios de 2023, el mismo casero fue asesinado. Meses más tarde, una pareja en Pensilvania fue hallada muerta en circunstancias similares.

Las autoridades estiman que el grupo ha estado involucrado en al menos seis homicidios. A esto se suman cargos actuales contra LaSota y dos seguidores más por posesión de armas y drogas en Maryland, donde fueron detenidos a comienzos de 2024. LaSota también enfrenta una acusación federal por ser una fugitiva armada.

El juicio a Teresa Youngblut: ¿pena de muerte?

El proceso legal contra Youngblut marca un momento clave en la lucha contra este tipo de grupos de fanatismo moderno. Aunque no ha sido aún formalmente acusada de un crimen elegible para la pena de muerte, el Departamento de Justicia de EE.UU. está evaluando activamente esta posibilidad.

La jueza Christina Reiss negó la solicitud de la defensa de posponer la entrega de pruebas atenuantes hasta enero de 2026. La defensa argumenta que el gobierno impone una línea temporal "extraordinariamente apresurada". A pesar de reconocer que el Departamento de Justicia parece apresurado, Reiss dictó que la fiscalía tiene autoridad exclusiva en estos asuntos.

América ante los nuevos rostros del extremismo

Los Zizianos son un ejemplo de cómo las nuevas tecnologías, los vacíos institucionales y la alienación juvenil pueden converger para formar organizaciones peligrosas bajo una fachada pseudo-intelectual. Este no es un culto tradicional ni una milicia desorganizada. Es un experimento ideológico de código abierto, con jerga tecnocrática y reglas propias.

Y es que, como advirtió la Fundación RAND en un informe de 2023 sobre extremismo digital descentralizado, “las ideologías descentralizadas derivadas en comunidades online presentan una amenaza asimétrica. No necesitan infraestructura física. Son cerebros conectados por código y doctrina digital.”

El dilema judicial y ético

¿Debería Youngblut enfrentar la pena máxima antes de ser formalmente acusada de un crimen elegible? El caso abre un debate nacional sobre la temporalidad y proporcionalidad en la justicia federal. Aunque la muerte de un agente de la ley justifica un proceso riguroso, hay críticos que cuestionan si el gobierno está usando este caso como precedente para endurecer la política penal.

“Este caso tiene matices religiosos, digitales y jurídicos que lo convierten en un nuevo tipo de desafío para el sistema de justicia estadounidense”, señala la profesora de Derecho Penal Jade Contreras, de la Universidad de Stanford.

¿Están preparados los tribunales federales para sectas digitales?

Youngblut no es una terrorista extranjera ni una activista política en el sentido clásico. Es una ciudadana estadounidense criada en un entorno aparentemente normal, que terminó inmersa en una red donde ser "racional" significaba rechazar los valores de la sociedad. Lo más alarmante: no está sola. El FBI estima que los Zizianos cuentan con al menos 30 miembros activos en 11 estados y con presencia digital en tres continentes.

El juicio de Youngblut pondrá a prueba no sólo su culpabilidad o inocencia, sino también la capacidad del sistema para lidiar con los nuevos extremismos: sin líderes visibles, sin religiones tradicionales, sin armas centralizadas, pero con el respaldo de software, algoritmos, memes y foros cifrados.

Una advertencia para los sistemas democráticos

Los sistemas democráticos y sus instituciones judiciales enfrentan un reto cuando los valores que pretenden proteger son utilizados en su contra por individuos radicalizados. La libertad de expresión, religión o afiliación ideológica no pueden ser licencia para el crimen, pero tampoco deben empujar a juicios sumarios.

Mientras tantos, el joven agente Maland es recordado como un funcionario comprometido y ejemplar. Su muerte dejó una familia destruida y un legado de servicio. La pregunta de fondo —¿cómo prevenir que surjan más Zizianos?— sigue sin respuesta clara.

Estamos frente a una historia donde religión, armas, internet y anarquía tecnológica convergen. Una historia que podría parecer una novela distópica, pero que ocurre aquí y ahora.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press