Una nueva era para los Cuatro Fantásticos: retrofuturismo, familia y un villano galáctico
“First Steps”, el debut de los Cuatro Fantásticos en el MCU, nos trae nostalgia sesentera, diseño deslumbrante y una historia de familia enfrentando amenazas cósmicas.
Un regreso con dignidad: Marvel redime a los Cuatro Fantásticos
Después de décadas de intentos fallidos, Marvel Studios finalmente logra lo impensable: una adaptación cinematográfica de Los Cuatro Fantásticos que hace justicia al legado de Jack Kirby y Stan Lee. "The Fantastic Four: First Steps", dirigida por Matt Shakman, no solo marca el reboot definitivo del cuarteto más icónico del cómic, sino que también es un homenaje nostálgico al espíritu optimista de los años 60.
Un origen que honra el pasado científico del equipo
Desde la selección del título —un guiño a la célebre frase de Neil Armstrong— hasta su estética de retrofuturismo sesentero, “First Steps” recupera el contexto original del equipo: no eran luchadores, sino astronautas. Inspirados en la carrera espacial de la NASA y el entusiasmo tecnológico, Reed Richards (Pedro Pascal), Sue Storm (Vanessa Kirby), Johnny Storm (Joseph Quinn) y Ben Grimm (Ebon Moss-Bachrach) sufren una mutación cósmica tras una misión espacial, desencadenando una nueva etapa en sus vidas y en la historia de la humanidad.
Referencias visuales a las misiones Apolo, recreaciones de grabaciones estilo “Apollo 11” y el toque de diseño tipo Los Supersónicos nos sitúan en una Tierra alternativa, Earth-828, donde reina una versión moderna de la Fundación Futuro y hasta Walter Cronkite parece narrar las noticias. Así, Marvel apuesta por una atmósfera que mezcla ciencia, imaginación y emoción humana.
Drama familiar y superpoderes: el corazón del filme
Uno de los elementos más característicos de los Cuatro Fantásticos a lo largo de la historia es que no solo son héroes, sino una familia funcional (y disfuncional). En “First Steps”, ese elemento vuelve a tomar protagonismo. Entre bromas, cenas y confesiones emocionales (¡sí, hay un test de embarazo de por medio!), los personajes desarrollan una dinámica que humaniza su rol heroico.
Sin embargo, algunos críticos han señalado que la química grupal no logra alcanzar el nivel de intimidad deseado, quizás porque el guión prioriza lo narrativo sobre lo relacional. Aun así, las actuaciones —sobre todo la de Kirby— mantienen el nivel emocional y aportan profundidad a los conflictos internos del grupo.
Silver Surfer y Galactus: el villano que esperábamos
Otra gran decisión narrativa fue frenar la presentación de Doctor Doom —tradicional antagonista del grupo— para una futura entrega del MCU (“Avengers: Doomsday”). En su lugar, el filme introduce a Silver Surfer (Julia Garner) y al mismísimo Galactus (voz de Ralph Ineson), con resultados visuales y dramáticos extraordinarios.
Garner, como la heraldo galáctica, flota en los cielos de Manhattan al estilo de un edificio Chrysler cromado. Su diseño y expresión capturan la tragedia de un personaje atrapado entre la obediencia y el remordimiento. Galactus, por su parte, es una presencia colosal que remite a “Metropolis” de Fritz Lang, sentado en su trono mecánico gigante, cual deidad hambrienta de mundos.
Una oferta que sacude: sacrificar al hijo para salvar la Tierra
En una escena central, Galactus propone perdonar al planeta si le entregan al hijo no nacido de Sue Storm, cuya presencia emite un potencial extraordinario. El filme aborda el tema de la maternidad como fuente de poder, y no únicamente de vulnerabilidad. En paralelo con contracciones y lanzamientos espaciales, el clímax se convierte en una danza entre vida, sacrificio y deber. Aunque otras películas como "Los Increíbles" ya navegaron las aguas del superpadre elástico y el bebé prodigio, “First Steps” lo lleva a un plano más solemne y galáctico.
La estética: un tributo estelar al retrofuturismo
Tal vez lo más impresionante del film no esté en el guión ni en las escenas de acción, sino en el diseño de producción. Kasra Farahani, responsable del toque visual, logra capturar perfectamente un tiempo alternativo: desde pizarras magnéticas imposibles hasta ropas espaciales que parecen salidas de bocetos de Raygun Gothic. La música, obra de Michael Giacchino, refuerza esta atmósfera envolvente con temas que recuerdan tanto a John Barry como a los sintetizadores optimistas de la era dorada de la ciencia ficción.
Los interiores circulares, los ascensores ascendiendo en espiral, y los gadgets domésticos que parecen sacados de Jetsons forman parte de un mundo que se siente familiar y utópico a la vez. No es solo una película, es una carta de amor al pasado que nunca tuvimos, pero que quisimos tener.
Un futuro prometedor en el MCU
“First Steps” no es perfecta —algunos diálogos carecen de fuerza, y ciertas escenas dramáticas se sienten forzadas—, pero lo que logra es suficiente para sentar las bases de una nueva era para los Cuatro Fantásticos. El público por fin puede soñar con un equipo que no sea una broma de internet o una referencia olvidada entre fans.
“Es una película noble, visualmente impecable y emocionalmente sincera.” Aún si no ofrece el impacto emocional de “Endgame” ni la violencia moral de “The Dark Knight”, sí presenta una visión optimista y relevante del heroísmo clásico. O como diría Johnny Storm: “Flame on!”.
Calificación: ★★★★ de 5