Alerta en China por brote de chikunguña: cuál es la situación actual y cómo podría afectar a otros países

Con más de 4,000 casos confirmados en la provincia de Guangdong y una rápida propagación, China enfrenta un brote significativo de chikunguña, una enfermedad viral transmitida por mosquitos que podría tener repercusiones internacionales.

Una emergencia sanitaria en pleno auge

China se enfrenta actualmente a un brote severo de fiebre por chikunguña, con más de 4,000 casos registrados en la ciudad de Foshan, provincia de Guangdong, una de las zonas más densamente pobladas del país. Este repunte ha alarmado a las autoridades sanitarias, marcando el brote más significativo desde que la enfermedad apareció por primera vez en el país en 1987.

La fiebre de chikunguña, transmitida por mosquitos infectados, produce síntomas como fiebre alta, hinchazón y dolor articular intenso, además de erupciones cutáneas. Aunque raramente es mortal, las secuelas pueden prolongarse durante semanas o incluso meses. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que los síntomas generalmente aparecen entre 4 y 8 días después de la picadura del mosquito.

Impacto focalizado: Foshan en el epicentro

Según datos específicos de la Comisión de Salud de Foshan, el 90% de los casos se concentran en el distrito de Shunde, conocido por su turismo gastronómico, lo que aumenta el riesgo de propagación si los turistas infectados se desplazan a otras regiones.

Imágenes de hospitales locales transmitidas por la cadena estatal CCTV mostraban camas cubiertas con mosquiteros, y las autoridades han casi duplicado el número de camas aisladas con protección antimosquitos, alcanzando las 7,220 unidades, en un intento por contener la infección dentro de ambientes controlados.

Acciones de las autoridades locales

La respuesta ha sido rápida y contundente. Entre las medidas implementadas destacan:

  • Campañas de fumigación masiva para eliminar criaderos de mosquitos.
  • Recomendaciones a la población para eliminar agua estancada en floreros, cafeteras, botellas vacías, entre otros.
  • El uso de mosquiteros, repelente y ropa protectora ha sido señalado como medida preventiva clave.
  • Imposición de multas de hasta 10,000 yuanes (equivalente a aproximadamente 1,400 dólares) a quienes violen las normas de prevención doméstica.

Una enfermedad importada: ¿de dónde viene?

Aunque las autoridades sanitarias chinas han calificado al brote como una epidemia importada, no han especificado el país de origen. China ya había experimentado un aumento significativo de casos en 2010, con 253 afectados en Dongguan, también en Guangdong, pero desde entonces los casos habían sido esporádicos.

Hay registros que datan de 1987 como año del primer caso importado. Debido al reciente aumento de los viajes internacionales tras el levantamiento de restricciones por COVID-19, el riesgo de epidemias importadas se eleva, especialmente en lugares con alta densidad de población y condiciones climáticas favorables para los mosquitos, como lo es el sur de China.

¿Qué diferencia hay entre chikunguña y dengue?

La fiebre de chikunguña suele confundirse con el dengue, ya que ambos virus son transmitidos por el mosquito Aedes y comparten síntomas similares. Sin embargo, el chikunguña es más notorio por el dolor articular severo, mientras que el dengue tiende a presentar sangrado y puede devenir en un cuadro hemorrágico potencialmente mortal.

Según la OMS, el período de incubación del chikunguña es más corto (2 a 12 días) y los pacientes rara vez requieren hospitalización, salvo en casos graves en adultos mayores o personas con enfermedades preexistentes.

¿Existen vacunas contra la chikunguña?

Una de las grandes limitantes en la lucha contra esta enfermedad es que, según la OMS, aunque existen dos vacunas aprobadas contra la chikunguña en ciertos países, estas todavía no están disponibles a gran escala ni se utilizan ampliamente. Esto deja la prevención y el control del mosquito como únicas herramientas efectivas hasta ahora.

¿Podría extenderse a otros países?

Definitivamente sí. El chikunguña es una enfermedad que puede diseminarse rápidamente más allá de las fronteras debido al incremento en la globalización y movilidad humana. Si no se toman medidas adecuadas, el brote en Guangdong podría convertirse en una amenaza para países colindantes o que mantienen relaciones comerciales o turísticas con China.

Esta no es una suposición alarmista: en América Latina, entre 2013 y 2016, el virus del chikunguña se propagó a más de 45 países del continente tras su primera llegada a las islas del Caribe.

Recomendaciones para viajeros

Los viajeros que se dirijan a Guangdong, u otras regiones del sur de China, deben tener en cuenta:

  • Aplicar repelente de insectos de forma constante.
  • Usar ropa de manga larga y pantalones claros.
  • Dormir bajo mosquiteros y utilizar aire acondicionado en habitaciones cerradas.
  • Evitar dejar agua en recipientes abiertos.
  • Consultar con un médico si aparecen síntomas como fiebre, sarpullido o dolores articulares tras la estadía.

¿Qué dice la comunidad médica internacional?

Expertos como el Dr. Sun Yang, subdirector del Centro Nacional para el Control y Prevención de Enfermedades en China, ha calificado el brote como “bastante severo”. Por su parte, epidemiólogos internacionales han reiterado la necesidad de mejorar la vigilancia epidemiológica transfronteriza y activar protocolos de contención antes de que el virus logre expandirse.

"Nos encontramos ante una alerta temprana que no debe ser ignorada," comentó el Dr. Pedro Sánchez-Reyes, epidemiólogo especializado en enfermedades tropicales. “Las condiciones climáticas globales, junto con la urbanización y movilidad humana post-pandemia, son el caldo de cultivo ideal para brotes como este,” añadió.

¿Estamos preparados?

El brote en China es un recordatorio de que enfermedades tropicales tradicionalmente endémicas pueden expandirse con rapidez. Los sistemas sanitarios, no solo en Asia sino globalmente, deben estar mejor preparados y contar con protocolos actualizados de diagnóstico, tratamiento y contención.

La chikunguña, como el COVID-19 en sus primeras etapas, no parecía una amenaza significativa para el hemisferio occidental. Hoy sabemos lo peligroso que es ignorar una señal de advertencia temprana.

Estar informados es la mejor herramienta disponible hoy en día.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press