Copa Oro 2025: ¿Importa Realmente Este Torneo Cuando Faltan las Estrellas?

Entre lesiones, descansos y convocatorias juveniles, la edición 2025 del torneo de la CONCACAF se presenta como una oportunidad más formativa que competitiva

Una Copa Oro con ausencias notables

La Copa Oro 2025 inicia bajo una sombra inevitable: la ausencia de muchas de las principales figuras que suelen adornar las convocatorias de las selecciones más fuertes de la región. Ya sea por lesiones, participación en otros torneos como el renovado Mundial de Clubes o decisiones técnicas orientadas a probar jóvenes talentos, el resultado es un campeonato que se aleja del perfil estelar que algunos aficionados pueden esperar.

El técnico de Canadá, Jesse Marsch, dejó clara su postura antes del inicio del torneo: “Tenemos muchos jugadores jóvenes que necesitan más oportunidades para jugar minutos reales. Hay muchas formas de usar este torneo para ampliar nuestra base de jugadores y fortalecer nuestro equipo”. Para Canadá, una federación en crecimiento pero aún lejos de las potencias globales, esta Copa Oro no es una meta en sí misma, sino un paso en el proceso hacia el Mundial 2026.

El contexto global complica el escenario

La FIFA ha dado prioridad al Mundial de Clubes, el cual se juega al mismo tiempo que la Copa Oro. Eso ha provocado la ausencia de nombres como Christian Pulisic, Gio Reyna, Weston McKennie y otros jugadores clave del equipo estadounidense, quienes estarán defendiendo los colores de sus clubes en la competencia mundial.

Más allá de eso, hay situaciones particulares que también merman la calidad competitiva del torneo. Estados Unidos llega a esta edición con una racha preocupante de cuatro derrotas consecutivas, la primera vez que eso ocurre desde 2007. Mientras tanto, otros países como México y Canadá también enfrentan bajas significativas por lesiones. El caso más destacado es el del canadiense Alphonso Davies, quien sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior en marzo y se pierde el torneo.

Un torneo “B” con sabor a oportunidades

Como ha ocurrido en varias ediciones de este torneo regional, muchas selecciones participan con una “selección B” o incluso “selección C”. Hay quienes critican esto, acusando a la CONCACAF de organizar un torneo que muchas veces carece de competencia de alto nivel. Pero también hay quienes ven lo valioso detrás de esta dinámica. Lo resumía bien el defensor estadounidense Walker Zimmerman: "Cuando ves la Copa Oro y ves que hay jugadores que tienen su primera experiencia o nuevos elementos en el equipo, siempre es una gran oportunidad para mostrar su talento y pelear por un lugar en el Mundial”.

México, el eterno favorito

La presión recae como siempre en México, el país más laureado con nueve títulos de Copa Oro. Su entrenador, Javier Aguirre, asume esa carga con franqueza: “Tenemos la obligación de ser los favoritos. Tenemos que aceptar ese título”.

Con ausencias clave como Hirving “Chucky” Lozano y Henry Martín -ambos fuera por lesiones musculares-, la selección mexicana tendrá que demostrar su profundidad ante una fase de grupos que incluye a República Dominicana, Costa Rica y Surinam.

Grupos, sedes y ausencias que definen el torneo

  • Grupo A: México, Costa Rica, Surinam, República Dominicana.
  • Grupo B: Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Haití, Arabia Saudita (invitado).
  • Grupo C: Canadá, Honduras, El Salvador, Curazao.
  • Grupo D: Panamá, Guatemala, Jamaica, Guadalupe.

Los partidos se llevarán a cabo en 14 estadios en 11 regiones, evitando intencionalmente la costa este de Estados Unidos. La gran final será el 6 de julio en Houston.

Las estadísticas respaldan a los gigantes

Históricamente, Estados Unidos ha dominado la fase de grupos en 16 de las 17 ediciones del torneo. Acumula un récord de 40 victorias, una derrota y cinco empates. Por su parte, México ostenta la mayor cantidad de títulos y una trayectoria de constancia con al menos una final en casi cada edición desde que el torneo inició en 1991.

¿La Copa Oro está perdiendo relevancia?

La pregunta se hace inevitable: ¿tiene sentido la Copa Oro como torneo de alta competencia cuando las principales estrellas están ausentes? Según muchos analistas, su valor actual se encuentra sobre todo en ser un banco de pruebas de cara al Mundial. Esto se ve claramente en el enfoque que las federaciones están adoptando: rotación de plantillas, promoción de talentos y análisis de fondo más que forma.

Es imposible no comparar con la Eurocopa o la Copa América, ambas competiciones que suelen contar con sus mejores jugadores y mantienen un alto nivel competitivo. En contraste, la Copa Oro refleja las limitaciones estructurales de la CONCACAF: una región donde pocos equipos tienen profundidad de plantilla suficiente para varios torneos simultáneos, y donde las prioridades cambian según el calendario de clubes y la escena política del fútbol internacional.

¿Una solución? Reformar fechas e incentivos

Una de las propuestas que cada vez gana más fuerza es la de alinear el calendario del torneo con ventanas FIFA o con periodos que no compitan con otros eventos como el Mundial de Clubes. También hay quienes apuntan a la necesidad de mejorar los incentivos económicos para atraer a los jugadores estelares y aumentar el valor del campeonato.

La Copa América 2024, que incluirá a algunos equipos de CONCACAF como invitados, quizá será un mejor termómetro para medir el verdadero nivel competitivo de esta parte del continente.

La otra cara de la moneda: crecimiento local

Más allá del nivel técnico, torneos como la Copa Oro cumplen una función fundamental: acercar el fútbol internacional a países con desarrollos futbolísticos emergentes. Que una selección como Guadalupe tenga la posibilidad de medirse a Guatemala o Panamá no solo es valioso para sus jugadores, sino también para sus federaciones y afición.

Además, este tipo de certámenes ofrece una vitrina para que entrenadores como Jesse Marsch, Javier Aguirre o Gregg Berhalter analicen en contexto real a sus filas ampliadas. Muchos jugadores sin trayectoria europea o sin titulares recurrentes podrían dar el salto gracias a actuaciones destacadas en este tipo de torneos.

Una edición que vale por el futuro

Más que coronar a una potencia continental, la Copa Oro 2025 parece estar diseñada para trazar los próximos capítulos de la historia futbolística de la CONCACAF. Lejos de los reflectores del Mundial o la Copa América, lo que suceda este verano podría determinar quién forma parte de las convocatorias que sí importarán dentro de un año.

Como dijo Aguirre: “No significa que si alguien no está aquí ahora, no estará el año que viene. Muchas cosas pueden pasar en un año”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press