PSG humilla a Messi e Inter Miami: ¿El Club World Cup marca el nuevo dominio del fútbol europeo?

Con un contundente 4-0, el campeón europeo Paris Saint-Germain avanza con paso firme hacia el trono mundial, dejando en evidencia la brecha con la MLS

El nuevo gigante del fútbol europeo pisa fuerte en el escenario global

El Paris Saint-Germain (PSG) está dejando claro que su conquista reciente de la Champions League no fue un golpe de suerte ni una anomalía futbolística. El equipo francés aplastó 4-0 a Inter Miami en los octavos de final del recién ampliado Mundial de Clubes 2025, mostrando una contundencia, velocidad y superioridad táctica que no dejó lugar a dudas: los campeones de Europa también quieren dominar el planeta fútbol.

Un PSG renovado y letal

Tras años intentando conseguir la gloria continental, el PSG por fin logró levantar su primera Champions League hace tan solo un mes con una goleada de 5-0 sobre el Inter de Milán. Ahora, bajo la dirección de Luis Enrique, están listos para redondear una temporada histórica en el Club World Cup, un torneo que en su versión de 32 equipos representa la evolución del Mundial de Clubes tradicional.

El técnico español no se anda con rodeos: “Queremos seguir haciendo historia. Ha sido una temporada larga, pero este equipo tiene hambre y talento para pelear por más trofeos”, declaró tras el triunfo.

João Neves, la nueva joya del mediocampo

El protagonista de la noche en Atlanta fue el joven portugués João Neves, quien anotó dos goles en el primer tiempo. El primero llegó temprano, al minuto 6, cuando conectó un cabezazo perfecto desde un tiro libre, y el segundo en el 39 después de una jugada de laboratorio que dejó estática a la defensa de Miami. Neves, de 19 años, se perfila como una estrella emergente en el panorama europeo.

“Jugamos nuestro estilo sin importar el rival. Confiamos en nuestras capacidades”, dijo Neves al final del partido.

Messi, irreconocible ante su antiguo club

El morbo del encuentro estaba claro: Lionel Messi, enfrentando por primera vez al PSG desde que dejó el club en 2023, ahora como líder de Inter Miami. Pero lo que se perfilaba como un duelo épico terminó siendo una pesadilla para el astro argentino, quien apenas tocó el balón en una primera mitad desastrosa para su equipo.

Las estadísticas son demoledoras: en los primeros 45 minutos, PSG tuvo un 73% de posesión, con 10 remates totales frente a ninguno de Inter Miami. La presión alta impuesta por los franceses ahogó toda idea ofensiva del conjunto estadounidense, que apenas pudo cruzar el mediocampo.

Incluso los miles de aficionados vestidos de rosa entre los 65,574 espectadores en el Mercedes-Benz Stadium no lograron motivar a Messi, que se mostró resignado y fuera de ritmo. Su mejor disparo llegó en el minuto 63, cuando Donnarumma atajó sin dificultad. Fue el primer remate de su equipo en todo el partido.

Goleada con sabor a realidad

Además de los dos goles de Neves, un autogol de Tomás Avilés y un tanto de Achraf Hakimi en el descuento del primer tiempo cerraron la paliza. El 4-0 al descanso dejó claro que PSG jugaba en otra categoría.

“El primer tiempo fue una masacre futbolística… pero estoy orgulloso de mi equipo por lo que ha logrado en el torneo”, señaló Javier Mascherano, entrenador de Inter Miami.

¿MLS aún demasiado lejos?

La participación de Inter Miami, único equipo de la MLS en pasar de fase de grupos, tuvo momentos destacables. Vencieron 2-1 a FC Porto, un resultado histórico como la primera victoria de un club de la MLS sobre un equipo europeo en competición oficial. También empataron con Palmeiras, otro gigante de Sudamérica.

Pero ante PSG, la ilusión chocó con la realidad. Las diferencias de calidad, experiencia internacional y profundidad de plantilla quedaron expuestas. Inter Miami se apoyó demasiado en que Messi hiciera magia, pero no basta con una figura de 37 años cuando enfrente tienes a una constelación de estrellas jóvenes y bien entrenadas.

Miami, sin embargo, lleva motivos para ilusionarse. Llegó a estas instancias y puso a la MLS en la conversación global, algo impensado hace apenas una década.

“Jugamos a un gran nivel. Esto nos da confianza para saber que, si estamos en nuestro mejor nivel, podemos competir con cualquiera”, dijo el defensor Jordi Alba.

Del podio europeo a la dominación mundial

Con este resultado, PSG avanza a cuartos de final donde enfrentará a Flamengo o Bayern Múnich. Se avecina un mega duelo si se concreta un PSG-Bayern, una revancha personal de varias batallas europeas recientes.

Los franceses han ganado sus tres partidos (excepto una derrota 1-0 ante Botafogo en fase de grupos) anotando 10 goles y recibiendo solo uno. Su camino al título mundial parece sólido, sin importar el trabajo extra que representa este torneo al final de una temporada agotadora.

Incluso jugadores que venían lesionados, como Ousmane Dembélé, están regresando al ritmo de competición. El extremo francés tuvo minutos contra Miami al ingresar por Neves en el segundo tiempo.

Una competencia polémica y necesaria

La FIFA ha recibido críticas por el Mundial de Clubes 2025: su duración, el desgaste para los equipos europeos y la preocupación sobre la salud de los futbolistas. Incluso el sindicato francés de futbolistas lo calificó como “una masacre para el bienestar de los jugadores”.

Sin embargo, el evento es un paso necesario en la globalización del fútbol de clubes. Representa una oportunidad inédita para que equipos africanos, asiáticos y americanos midan fuerzas con los colosos del Viejo Continente.

Y para PSG, es el escenario ideal para construir una narrativa de hegemonía internacional. Del jeque al escudo, todo en el club parisino grita ambición.

¿Podrá alguien detener al nuevo titán?

Queda por ver quién podrá frenar a este PSG que entró en fase de modo imparable. ¿Lo logrará Bayern con Tuchel y Kane? ¿Un Flamengo liderado por su habitual intensidad? ¿O debemos resignarnos a un doblete continental-mundial que sellaría el mejor año en la historia del club?

Por lo pronto, Messi se despide del torneo lejos del protagonismo; y el PSG continúa su desfile triunfal con un plan claro: no solo ser los mejores de Europa, sino los mejores del mundo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press