EURO Femenina 2025: El renacer global del fútbol de mujeres

España parte como favorita en un torneo que bate récords de audiencia, ingresos y asistencia, marcando un antes y un después en la historia del deporte femenino

Un torneo con ambición planetaria

La Eurocopa Femenina 2025 ha arrancado en Suiza envuelta en un clima de entusiasmo sin precedentes. Un torneo con 31 partidos, 16 selecciones nacionales compitiendo por la gloria continental y una audiencia global asegurada mediante acuerdos televisivos que incluyen a Fox en Estados Unidos y Disney+ en América Latina. Según datos de la UEFA, se han vendido entradas a aficionados de más de 120 países, con una asistencia récord esperada de más de 600.000 espectadores.

Esta edición no solo destaca por el número de espectadores previstos, sino también por el perfil internacional de sus seguidores. Cerca del 35% de los boletos vendidos fueron adquiridos por fanáticos que viajarán al torneo. Alemanes (61.000 entradas) y estadounidenses (5.000) se sitúan entre los compradores más fervientes.

Una inversión histórica que apuesta al futuro

La UEFA ha duplicado la inversión económica respecto a la edición anterior, con 130 millones de euros en ingresos, financiados por miembros corporativos de alto calibre como Visa, Adidas, Amazon y PlayStation. Esto representa más del doble de lo recaudado en Inglaterra 2022. Pero lo más revelador es que, a pesar de esperar hasta 25 millones de euros en pérdidas, la organización sigue adelante con su determinación.

“Invertimos más, aunque no generamos ganancias con la Euro, porque es lo correcto”, declaró Nadine Kessler, directora ejecutiva del fútbol femenino de la UEFA y campeona europea en 2013 con Alemania. Uno de los puntos más destacados es la duplicación del paquete de premios económicos, con una cifra total que asciende a 41 millones de euros. El equipo campeón puede ahora embolsarse más de 5 millones si gana todos sus partidos en fase de grupos.

España, ¿la nueva potencia europea?

España llega como favorita, pese a las preocupaciones por la salud de Aitana Bonmatí, diagnosticada con meningitis vírica antes del arranque del torneo. La selección española es la vigente campeona del mundo y de la Liga de Naciones. Sin embargo, lo curioso es que nunca ha llegado a la final de una Euro femenina.

El debut de 'la Roja' será frente a Portugal en Berna, en un duelo ibérico que servirá para medir el estado físico y anímico del equipo. El nivel del grupo de España se considera favorable, lo que puede ayudar a recuperar ritmo antes de llegar a cruces más exigentes.

Intriga y rivalidad: Inglaterra vs Países Bajos

Dos campeones recientes, Inglaterra (2022) y Países Bajos (2017), compartirán el llamado 'grupo de la muerte' junto con Francia. El partido entre las leonas y las neerlandesas, a disputarse el 9 de julio en Zúrich, presenta una carga emocional particular: será dirigido por Sarina Wiegman, la técnica que condujo a Países Bajos al título antes de hacer historia con Inglaterra.

Wiegman enfrentará a su país natal en lo que se anticipa como uno de los encuentros más simbólicos del certamen. Tras el torneo, su asistente Arjan Veurink regresará a los Países Bajos para asumir el desafío de clasificar al Mundial de Brasil 2027.

Suiza, anfitriona con desafíos propios

Suiza, que alojó en conjunto la Euro masculina de 2008, busca ahora aprovechar esta nueva ventana para promover la igualdad de género en el deporte. Aunque el objetivo deportivo no es alcanzar la final, sí lo es sentar las bases para una transformación cultural.

La dirección técnica está en manos de Pia Sundhage, histórica entrenadora sueca que ganó los Juegos Olímpicos con Estados Unidos. Sundhage ha descrito su actual rol como el “mayor reto de su carrera”, debido a la mezcla de juveniles talentos como Sydney Schertenleib y experimentadas veteranas.

Un revés anecdótico en la preparación, una derrota 7-1 contra un equipo sub-15 masculino del club Lucerna, causó revuelo en la prensa, pero fue minimizado por Sundhage. Días después, su equipo venció con claridad (4-1) a la República Checa en su último amistoso.

Suiza debutará ante Noruega en un St. Jakob Park completamente lleno, comenzando su andadura con el objetivo de dignificar su condición de anfitriona.

Más que fútbol: impacto social

El objetivo con esta Euro no solo es deportivo, sino también social. La federación suiza busca duplicar el número de mujeres en roles de jugadoras, árbitras, entrenadoras y directivas. Una meta ambiciosa que cuenta con el contexto ideal: un torneo que pone bajo reflectores a futuras estrellas y cuenta con el respaldo de una nación dispuesta a transformar su panorama futbolístico.

Lara Dickenmann, exseleccionada nacional, expresó que ver a tantas jugadoras jóvenes brillar en casa “es masivo” y que “muchos niños se identificarán con ellas”.

Infraestructura de élite

Los ocho estadios que reciben el torneo son sedes de clubes masculinos de primera división. Entre ellos, destacan los cuatro utilizados en la Euro masculina 2008: Basilea, Berna, Ginebra y Zúrich. La logística también ha sido planificada con esmero: con solo tener el boleto del partido, los aficionados acceden gratis al transporte público nacional desde cualquier parte del país el día del encuentro. Una organización que, hasta ahora, ha demostrado más eficacia que la reciente Euro masculina en Alemania.

Choques mediáticos: Euro vs Mundial de Clubes

Si bien el torneo femenino ha sido transmitido por cadenas de aire abiertas en Europa, coincidirá en fechas con el Mundial de Clubes de la FIFA en Estados Unidos (hasta el 13 de julio). Las coincidencias son inevitables. Por ejemplo, el esperado duelo Inglaterra vs Francia chocará con un probable cuarto de final del Real Madrid en New Jersey. También los partidos Francia vs Países Bajos e Inglaterra vs Gales comparten horario con la final de ese torneo.

Esto ha abierto el debate sobre prioridades televisivas y cómo los entes reguladores deberán evitar que futuros calendarios solapen eventos de semejante importancia para el desarrollo del fútbol femenino.

Protagonistas dentro y fuera del campo

Una de las historias más conmovedoras previo al torneo fue la de Mary Earps. Portera clave del título de Inglaterra en 2022 y estrella del Mundial 2023, Earps anunció su retiro internacional a pocas semanas de la Euro. La jugadora de Paris Saint-Germain expresó en el podcast Happy Place que fue "vilipendiada" tras su decisión, sin revelar las fuentes de tales ataques. “Fue doloroso… difícil de ver incluso para mis seres queridos”, relató.

Con 32 años y reconocida con la BBC Sports Personality of the Year, Earps se retira como una referente, pero también como un símbolo de cómo, incluso en la cima, las decisiones personales todavía reciben escarnio en el contexto femenino.

Más allá del retiro: nuevo rol para Jonny Evans

En un plano más institucional, también se confirmó el retiro de Jonny Evans, defensor norirlandés del Manchester United. A los 37 años y tras más de 100 partidos internacionales, Evans inicia nueva etapa como jefe de préstamos y desarrollo de jugadores en su club. “No me retiro con tristeza, sino con orgullo y emoción por lo que viene”, dijo el tres veces campeón de Premier League.

Jason Wilcox, director de fútbol del club inglés, lo calificó como “un modelo a seguir perfecto para nuestros jugadores jóvenes”. Aunque no participe en la Euro, la figura de Evans representa un ejemplo de cómo el fútbol profesional empieza a ofrecer caminos más sólidos tras la retirada, aspecto que todavía busca mayor desarrollo en el fútbol femenino.

La Euro 2025 es mucho más que un torneo. Es el reflejo de un momento crucial para un deporte que ya no acepta ser visto como paralelo ni emergente, sino como protagonista absoluto en la narrativa deportiva del presente.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press